¿Sabes lo que significa una paradoja? ¿Dónde podemos encontrarlo? ¿Para qué sirve una paradoja? ¿Qué tan importante es? ¿Tienen las paradojas alguna función pedagógica? ¿Contribuir a la ciencia? ¿Con la literatura? ¿Con la filosofía? ¿Hablamos de eso?
Una paradoja es un concepto amplio. Comienza con pensamientos que aparentemente no tienen significado, pero que en realidad forman nuestros pensamientos. Es un razonamiento muy elaborado.
Ejemplos de paradojas son: “Claro como el sol del mediodía”; “El mapa no es el territorio”; “El amor es una herida que duele y no se siente”; “Estoy harto de sentirme vacío”; “Ser tu libertad/Fue tu esclavitud”.
Las paradojas son ampliamente utilizadas en poesía y literatura. Actualmente, las paradojas están despertando el interés de los jóvenes por el estudio de la filosofía, especialmente en la filosofía de la ciencia y en la filosofía del arte.
Así, a lo largo de la historia de la filosofía, muchos filósofos adoptaron la paradoja como categoría filosófica, sin embargo, fueron los epicúreos quienes fueron los primeros en iniciar esta forma de filosofar.
En primer lugar, para efectos del análisis, tomemos aquí la paradoja de Epicuro, quien dice: “¿Dios está dispuesto a prevenir el mal, pero es incapaz? Entonces no es omnipotente. ¿Sería capaz, pero no dispuesto? Entonces es malévolo. ¿Era capaz y dispuesto? Entonces, ¿por qué existe el mal?
Si bien esta es una paradoja lógica, Epicuro no está probando o negando la existencia de Dios, simplemente está diciendo que Dios no interfiere en los asuntos humanos. Si esto no fuera cierto, el hombre no sería libre, sería un títere. En otras palabras, para Epicuro la libertad es el fruto más delicioso de la autosuficiencia humana.
Analicemos ahora, en segundo lugar, la paradoja de Protágoras que dice: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las cosas que son, en cuanto son, de las cosas que no son, en cuanto no son”. Esta paradoja resalta la relatividad y subjetividad del ser humano, afirmando que la verdad no es absoluta y que las experiencias personales determinan lo que es verdad para cada persona.
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En otras palabras, la paradoja de Protágoras afirma que nada se puede medir para el hombre, es decir, las leyes, las reglas, la cultura, todo debe ser definido por el conjunto de personas, y lo que es válido en un determinado lugar no debe ser válido, necesariamente en otro. Por eso, Protágoras enseñaba que las cosas son conocidas de manera particular y personal por cada persona.
Tercero, la paradoja de Jean Paul Sartre: "La existencia precede a la esencia". En esta paradoja, el filósofo francés está afirmando que el hombre nace despojado de todo, es decir, que primero existe y que sólo después se define a sí mismo. Y en este proceso de construcción del ser, el hombre puede ser lo que quiera ser.
Para Sartre no hay naturaleza humana, ya que no hay Dios para concebirla, la única naturaleza preexistente es la biológica, es decir; supervivencia, el resto se adquiere de tal modo que no proviene del sujeto y le es enseñado por el mundo exterior, por la naturaleza, por la existencia, por la vida bruta, tal como es.
Así, los estudios y la importancia de las paradojas, que vienen despertando el interés de jóvenes de todo el mundo, elevan la autoestima de los estudiantes, transforman las teorías en prácticas, en definitiva, muestran el lado humano y lúdico de la filosofía. Para eso están los paradigmas, para acercarnos a los demás, para hacer la vida más bonita, alegre, festiva!!!
