problemas de mal aliento

    Miles de personas en todo el mundo sufren problemas de mal aliento. Por lo general, las principales causas de esta enfermedad están asociadas a la presencia de bacterias en la cavidad oral, problemas sistémicos y un mal cepillado.

    Las enfermedades sistémicas pueden alcanzar los huesos, los pulmones e incluso el corazón si los microorganismos entran en contacto con la boca. Además, cuando las bacterias se aspiran y entran en los pulmones, pueden causar problemas respiratorios, como neumonía. Así, estos microorganismos son capaces de proliferar. Desde el momento en que llegan a la corriente circulatoria, contribuyen a la formación de coágulos, especialmente en los casos en que ya existe sangrado en la encía, y así, estas bacterias y microorganismos llegan a las arterias coronarias.



    Pero, ¿qué es el mal aliento de todos modos? Podemos caracterizar el mal aliento como un olor muy característico, indeseable y repulsivo. También conocido como halitosis, el mal aliento no se caracteriza como una enfermedad, sin embargo, puede indicar que algo no anda bien en tu organismo.

    En la mayoría de los casos, el individuo que padece este problema no puede oler este olor.

    Alrededor del 90 al 95 % de los casos son de origen oral, lo que incluye enfermedad de las encías y lengua saburosa (una placa bacteriana amarillenta o blanquecina que se forma en la parte posterior de la lengua cuando hay una reducción en la producción de la cantidad normal de saliva) .

    Cáncer de boca, estomatitis, dientes semiimpactados, caries extensas y abiertas, heridas quirúrgicas, quistes dentígeros (lesiones óseas que se producen en la mayoría de los casos en la mandíbula), exceso de tejido gingival, abscesos, miasis (enfermedad provocada por la larva de una mosca) y las dentaduras postizas mal ajustadas también pueden causar halitosis. Un buen dentista puede identificar fácilmente la existencia del problema.



    Alrededor del 5 al 10% de los casos de mal aliento tienen un origen extraoral, que incluyen problemas de hipoglucemia, ayuno prolongado, cambios intestinales, renales y hepáticos, diabetes descompensada y la ingestión de alimentos que tienen la capacidad de modificar el aliento.

    La depresión, la enfermedad hepática, el consumo de alcohol, la dieta severa, la enfermedad de las encías, las infecciones de garganta, el estreñimiento, la respiración por la boca y la reducción del flujo de saliva son otros factores que pueden provocar halitosis.

    Para acabar con este problema de una vez por todas, mantén la boca húmeda, elige alimentos de fácil digestión, como las ensaladas crudas, y por supuesto, mantén una correcta higiene diaria, cepillándote correctamente los dientes después de cada comida y utilizando hilo dental.

    En cantidades más pequeñas, la halitosis también puede indicar la presencia de problemas de salud más graves, como el cáncer. Por lo tanto, si el problema persiste, aún con los consejos que aquí te hemos dado, es recomendable buscar la ayuda de un profesional en el área bucal para realizar exámenes para identificar el problema.

    Aquí hay algunas precauciones esenciales:

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    • Mantén siempre tu boca limpia

    Cuando te despiertes, antes de acostarte o después de las comidas, nunca olvides usar hilo dental entre tus dientes. Luego cepíllese los dientes adecuadamente, preferiblemente con un cepillo suave y firme. Además de frotar todos tus dientes, no olvides el paladar, el interior de tus mejillas y especialmente tu lengua.

    Otro buen consejo para mantener la boca limpia es utilizar un enjuague bucal para enjuagar la boca, ya que este producto ayuda a eliminar los gérmenes que puedan estar escondidos en la cavidad bucal.



    • Mantén siempre la boca húmeda

    Otro cuidado que debes tener para alejar el mal aliento es mantener la boca siempre húmeda. Beber al menos dos litros de agua al día ayuda a mantener el aliento fresco y las mucosas hidratadas. Pero, si no eres muy fan de beber agua, puedes optar por mezclar en un litro de agua, un zumo de medio limón o cualquier otra fruta en rodajas.

    • Evita el ayuno prolongado

    Una de las principales causas de la halitosis es el ayuno prolongado, así que evita pasar más de tres horas sin comer. Opta por el consumo diario de alimentos de fácil digestión, como carnes magras, verduras cocidas o ensaladas crudas, porque tienen menor cantidad de grasa y por tanto, acaban pasando por el estómago más rápido.

    Evite comer alimentos que puedan cambiar su aliento, como las cebollas y el ajo crudos.

    • soluciones caseras

    El clavo, las hojas de menta y el jengibre son alimentos que ayudan a mantener nuestro aliento siempre sano y puro, pues además de ser aromáticos, son antisépticos, lo que quiere decir que ayudan en la lucha contra los microorganismos y bacterias que puedan alojarse en nuestra boca.



    Para no correr el riesgo de tener mal aliento, es fundamental mantener la higiene bucal al día. Nunca olvide usar hilo dental y evite fumar.

    Texto escrito por Flávia Faria del Equipo Eu Sem Fronteiras

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