¿Qué hay detrás de la irritación frecuente? Conozca la distimia

Todo el mundo conoce a una persona que siempre está perdida por la vida. El que cuando va al cine sale quejándose, el tema fue mal trabajado, los actores son inexpresivos, los decorados están mal hechos y el vestuario no corresponde a la época. Abandonan un libro después de unas pocas páginas, porque no podía soportar los errores gramaticales y la superficialidad de la trama. Para esta gente nada es bueno y la gente no los quiere. Se toman todo personalmente. Viven con el ceño fruncido, con el ceño fruncido, una mirada de desaprobación y siempre dispuestos a luchar.



Los momentos de mal humor son comunes. Cuando se resuelven las causas, es posible volver a las actividades y, principalmente, a convivir con las personas de manera saludable. Sin embargo, en algunas personas el mal humor dura meses e incluso años. Esta irritación frecuente enmascara la frustración por la incapacidad de controlar situaciones o personas.

El mal genio constante y la irritación tienen un nombre, distimia, una palabra griega que significa mal humor. Durante varios siglos sirvió para definir a la persona constantemente irritable. Sin embargo, hoy en día se utiliza el término distimia para clasificar un tipo de depresión de intensidad moderada que puede manifestarse en la niñez y la vejez, sin embargo, la mayoría de los casos inician en la adolescencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 3% de la población mundial, aproximadamente 180 millones de personas, padece este trastorno. En España, se estima que la distimia afecta a entre 5 y 11 millones, según la Asociación Española de Familiares, Amigos y Personas con Trastornos Afectivos (ABRATA). La mayor incidencia es en mujeres, pero no tanto la depresión clásica. En la distimia, dos mujeres se ven afectadas por cada hombre.


Los síntomas

¿Qué hay detrás de la irritación frecuente? Conozca la distimia
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Las personas con distimia tienen baja autoestima, siempre hacen comentarios autodescalificativos. Tiene un alto sentido de la autocrítica con los que le rodean. Las personas con este trastorno están inquietas, tensas y expresan sus emociones con gritos. Al ver solo el lado negativo de las cosas, complican aún más los momentos difíciles. La intensidad de los síntomas varía de persona a persona. Una caída repentina en los niveles de testosterona provoca cambios de humor en los hombres. El aumento o la pérdida de peso de más del 5% en un mes, el insomnio o el exceso de sueño también son síntomas que se observan en el trastorno.


Causas

Las causas de la distimia generalmente provienen de tres fuentes diferentes: los propios acontecimientos de la vida, que pueden afectar nuestro estado de ánimo y desarrollar trastornos; genética y herencia, si hay casos de distimia o depresión en la familia; y pensamientos y actividades intencionales, como ser optimista/pesimista, cultivar buenas relaciones, tener metas y objetivos, mantener el cuerpo en movimiento y espiritualidad.

Según el médico Dráuzio Varella, la distimia también afecta el sueño y se ve afectada por él. Las personas con distimia, dijo, tienen el mismo patrón de sueño que las personas con depresión. Esto significa que su fase de sueño REM (movimiento ocular rápido), en la que sus ojos se mueven rápidamente y los sueños son más vívidos, tiene lugar antes de los 70 minutos de sueño.

Es común, entre las personas distímicas, el uso de drogas tanto lícitas como ilícitas, con el objetivo de reducir la irritación, el malestar y la angustia. El alcohol es el más común de ellos, porque inicialmente proporciona tranquilidad y mejora el estado de ánimo, pero, tras el efecto de la bebida, la irritabilidad vuelve con aún más fuerza.


Entonces, el daño del uso de drogas para las personas distímicas es doble, porque puede causar dependencia química y obstaculizar la lucha contra la distimia, especialmente si ya se está dando algún tratamiento.

Diagnóstico

Según Varella, la diferenciación entre distimia y depresión es más académica que práctica, ya que el tratamiento se hace con antidepresivos. Sin embargo, la principal diferencia entre los dos trastornos es que la persona deprimida pierde repentinamente las ganas de vivir. Los pacientes distímicos, por otro lado, tuvieron depresión severa durante toda su vida. Los pacientes con depresión, cuando regresan a la consulta después de la medicación, presentan animación y disposición. Para las personas distímicas es difícil establecer un estándar de normalidad, parece que nacieron gruñones.


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Responda honestamente las siguientes preguntas pensando en su comportamiento durante los últimos dos años. Las respuestas darán una visión general de la situación:

  1. ¿Se siente triste más de cuatro veces por semana o no se siente feliz ni triste la mayoría de los días?
  2. ¿Está de mal humor incluso en situaciones en las que todos parecen felices?
  3. ¿Es agresivo?
  4. ¿Te sientes incapaz de sentir placer o relajarte?
  5. ¿Tiene problemas para concentrarse?
  6. ¿Tienes baja estima?
  7. ¿Te sientes inferior a los demás?
  8. ¿Tienes problemas para sentirte feliz y satisfecho?
  9. ¿Tiene dificultad para tomar decisiones?
  10. ¿Te sientes cansado o sin energía?
  11. ¿Es rígido o inflexible?
  12. ¿Tomarlo todo personalmente?

No confundas distimia con estrés

Algunos síntomas de la distimia son muy similares a los síntomas del estrés, como la irritabilidad, el mal humor y la falta de energía, pero existen algunas diferencias entre estos problemas, diferencias que pueden ser clave para encontrar el tratamiento adecuado.


El estrés es un problema por el que todos vamos a pasar, en mayor o menor grado, ya que a lo largo de la vida estamos expuestos a situaciones estresantes. Cuando una fase estresante se extiende, ya sea por días, semanas o meses, puede aparecer una imagen más seria, pero la mayoría de las veces estos momentos van y vienen.

La distimia, sin embargo, es un problema en el que el mal humor, el desánimo, la tristeza, entre otros síntomas, están presentes desde hace al menos dos años en la vida del paciente, a diferencia de las fases cíclicas de estrés.

Además, el estrés muchas veces abandona nuestra vida cuando la situación que lo provocaba llega a su fin, a diferencia de la distimia, que necesita apoyo psicológico y tratamiento psiquiátrico para curarse.


Así que, si notas que tus síntomas y que ese malestar (ya sea físico o psíquico) ya lleva dos años o un tiempo similar, pide cita con un psiquiatra y habla sobre esta situación.

Suicidio

Muchas personas distímicas se suicidan. Hay quienes no soportan la incapacidad de relajarse y no poder mantener las relaciones. De estos pacientes, 15 a 20% intentan suicidarse. En la infancia o adolescencia, el 90% de los niños y adolescentes que han intentado o se han suicidado tienen enfermedades psiquiátricas, especialmente depresión, esquizofrenia y distimia.  

Tratamiento

El tratamiento de la distimia implica psicoterapia y medicación. Las sesiones de terapia ayudan al paciente a reducir los sentimientos autodestructivos como la negatividad y la desesperanza. También se trabaja para mejorar la convivencia familiar y de amigos, además de las relaciones profesionales. Los pacientes distímicos generalmente necesitan tomar antidepresivos durante dos años. Los medicamentos más utilizados son:

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  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): se utilizan en casos de depresión leve, ansiedad o ataques de pánico y trastorno bipolar. Sedación, confusión y náuseas son algunos de los efectos secundarios;
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN o IRSN): se utilizan en el tratamiento de la depresión, los trastornos de ansiedad y algunos tipos de trastornos de la personalidad. Es uno de los antidepresivos más recetados. Casi no tiene efectos secundarios;
  • Antidepresivos tricíclicos: Tienen este nombre porque tienen tres anillos de átomos. Se utiliza en el tratamiento de la depresión crónica o profunda. Los efectos secundarios son: boca seca, inquietud, sedación y retención urinaria.

Tratamiento complementario

La acupuntura (del latín acus - aguja y punción - colocación) es una técnica de la medicina china, y según una resolución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un método de tratamiento complementario. Para pacientes con distemia, pueden complementar el tratamiento psicoterapéutico y farmacológico. Su base es estimular el flujo de energía "chi", trayendo así equilibrio emocional. La estimulación que producen las agujas hace que el cerebro libere serotonina. Como la acupuntura ayuda a perder peso, también es beneficiosa para las personas distímicas, que pueden comer en exceso.

Los puntos estimulados se encuentran en el pecho, el cuero cabelludo y la muñeca. Los efectos de las agujas son los siguientes:

  • Canaliza energía vital - chi;
  • Equilibrio emocional;
  • Relaja los músculos cervicales;
  • Estimula la concentración;
  • Elimina la energía estancada.

Shiatsu (del japonés Shi = dedo y atsu = presión, es decir, presión con el dedo), es también un tratamiento complementario. Es la presión que ejercen los dedos y las palmas sobre determinados puntos que forman canales de energía, también llamados meridianos, que se relacionan con los órganos internos. Dentro de los Canales Meridianos circula la energía vital Ki. Shiatsu equilibra el sistema nervioso, reduce la tensión muscular, regula los trastornos del sueño, entre otros beneficios.

Distimia y nutrición

La alimentación es un aliado en el tratamiento. Estas son las vitaminas y minerales que no pueden faltar en la mesa:

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Factor gastronómico/Pexels
  • Selenio: este mineral ayuda a mejorar el estado de ánimo. Se encuentra en almendras, pescados, nueces y pipas de girasol;
  • Ácido fólico: Asegura el buen funcionamiento del sistema nervioso. Las alubias blancas, la soja, los espárragos, las manzanas y las naranjas son las principales fuentes;
  • Vitamina B6: Favorece la producción de serotonina. Invierta en cereales integrales, levadura de cerveza, sésamo, ajo, plátano y atún;
  • Omega 3: Reduce el colesterol, fortalece el sistema inmunológico y ayuda a combatir la depresión. El salmón, el atún, las sardinas, el bacalao, los aceites de pescado y la linaza tienen una alta concentración de Omega 3;
  • Magnesio: Aumenta la energía. Se encuentra en avena, arroz integral, soja, tomates, espinacas y anacardos;
  • Calcio: Reduce la irritabilidad y estabiliza los latidos del corazón. Se encuentra en la leche y en verduras de color verde oscuro como la espinaca, la col rizada y los berros.

Otros alimentos que deben formar parte de esta dieta:

  • Lechuga: Disminuye la irritación. La lactucina presente en el tallo actúa como sedante;
  • Uvas: Fuente de vitaminas del grupo B, encargadas del buen funcionamiento del sistema nervioso. La vitamina C y los flavonoides son antioxidantes, que retrasan el envejecimiento de la piel, combaten el colesterol y dan energía;
  • Cariño: Estimula la producción de serotonina.

Cambios de hábitos

Además de la alimentación, existen otras medidas que ayudan a mejorar el día a día de quienes padecen distimia:

  • No fume ni beba: El cigarrillo provoca enfermedades cardiovasculares y pulmonares, generando ansiedad y depresión. El alcohol, al principio, trae relajación y desinhibición, sin embargo, al poco tiempo de pasar el efecto, vuelve la ansiedad y la irritabilidad;
  • Bebe dos litros de agua: La deshidratación celular provoca estrés cerebral;
  • Duerme ocho horas al día: Vete a dormir a más tardar a las 22 de la noche. El sueño vigorizante ocurre entre las 23 p. m. y las 3 a. m.;
  • Actividades emocionantes: antes de acostarse, no mire televisión, no haga gimnasia, no acceda a Internet. Prefiere ejercicios de relajación y música tranquila;
  • Última comida a las 18 pm: Elija sopas, ensaladas y sándwiches ligeros;
  • Tés: Maracuyá, manzanilla y melisa relajan y eliminan la ansiedad. El té de hierba de San Juan es efectivo para restaurar el sistema nervioso y actúa como un antidepresivo natural. Para ello, utilice una cucharadita de hierba de San Juan y 200 ml de agua. Coloque la hierba en una taza y agregue agua hirviendo. Tapar y esperar 10 minutos, colar y consumir. El té negro y el mate tienen cafeína, por lo que tienen el efecto contrario y deben evitarse;
  • Baño frío: O baño tibio por la mañana ayuda a despertar gracias al choque térmico. El baño caliente por la noche provoca vasodilatación, provocando relajación;
  • Actividad física: Sal a caminar antes de las 10 am o después de las 4 pm. Es un gran estimulante para la glándula pineal. Los rayos del sol promueven la producción de melatonina, una hormona que ayuda a que el sueño sea más tranquilo, aumenta la resistencia física y mejora el estado de ánimo;
  • Meditación: La lista de beneficios es larga. Solo por nombrar algunos, reduce la presión arterial, aumenta la producción de serotonina y mejora la creatividad. Dedícale media hora al día y verás la diferencia;
  • Contacto con la naturaleza: Visita jardines, playas, montañas y ríos. El contacto con la naturaleza ayuda a tonificar.

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Presentamos aquí un trastorno que aún es poco conocido. La distermia paraliza la vida de la persona. Los portadores son vistos como aburridos y malhumorados, sin embargo, se sienten angustiados por no poder relajarse y disfrutar de la vida. Sufren por ser vistos como personas desagradables. Están frustrados por no ser invitados por sus compañeros de trabajo a la famosa hora feliz. La agresión es común en estos pacientes, y es su forma de expresar sus sentimientos y pedir ayuda. Para los amigos y familiares de una persona distímica, estos son los siguientes consejos:

  • Estar cerca: permanecer cerca. Siéntese al lado de la persona, tome sus manos y dígale lo importante que es para usted;
  • No juzgues: Nunca digas "no eres el único que tiene problemas". Además de ser lógico, muestra que los conflictos internos del distímico son vistos como frescura, algo de esos que no tienen nada que hacer;
  • Evita dar consejos: No le digas lo que tiene que hacer, porque el terapeuta ya da pautas en ese sentido.

Esperamos haber contribuido a la discusión de este trastorno, que aún es poco discutido, pero tan común. Conocer una patología es siempre la primera y mejor manera de establecer las formas de tratamiento. Si te has identificado con todo lo relatado en este artículo, no dudes en buscar la ayuda de un psicólogo o psiquiatra. Ahora bien, si tienes un familiar o amigo en estas condiciones, no temas hablar con él, para demostrarle que sus conductas impiden la existencia plena. La medicina está a nuestra disposición y siempre debemos recurrir a ella para mejorar nuestra vida.

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