Lo que he oído de sirvientas y jefes

    El 27 de abril se celebra el Día Nacional de la Mucama. Esta fecha es un homenaje a Santa Zita, quien falleció en este día. Zita empezó a trabajar como empleada doméstica a los 12 años. Se hizo conocida por ser muy generosa con los pobres, por lo que fue declarada Santa de las empleadas domésticas.

    Son los profesionales encargados de limpiar y organizar el hogar, preparar las comidas, en ocasiones hacer el supermercado para la casa, entre muchas otras tareas. Ayudan a mantener un hogar funcionando sin problemas.



    A Kinesiología Cuántica, trabajo tanto con los jefes como con muchas empleadas domésticas, citaré “como recuerdo” algunas conversaciones que ya escuché —manteniendo la ética profesional, no daré nombres para no avergonzar a nadie:

    Lo que he oído de sirvientas y jefes

    jefe – “Cuando llego a casa después de un día agotador de trabajo y veo algunas cosas fuera de lugar, me irrito mucho. Ya he dicho que es para dejar todo en la misma posición que lo pongo, pero siempre hay cosas un poquito más allá o un poquito aquí, parece que no entiendes lo que digo. Pero sigo con ella, porque es de fiar”.

    jefe – “Hace 19 años que trabaja conmigo. Ella fue prácticamente quien crió a mis 3 hijas mientras yo trabajaba, le estoy muy agradecido. Pero ahora se siente tan en casa que quiere hacer las cosas a su manera y no de la forma en que yo realmente necesito que lo haga”.

    Jefe – “Vivo solo en una casa, tengo un jornalero que trabaja limpiando una vez por semana. Pero me siento culpable de que alguien más se encargue de la limpieza, es mi casa, debo cuidarla. Para mitigar la culpa, ayudo al diarista, aspiro el polvo, cojo la escobilla de goma y voy a pasar el trapo. Ella dice que está avergonzada, que tuvo que hacer todo ella misma, después de todo, le pagan por ello. Pero me siento mejor ayudándola”.



    diarista – “¿Qué quieres decir con que me estás pagando el sueldo 13? Pero ni siquiera estoy registrado. Incluso estaba emocionado. Nunca recibí el salario 13”.

    Empleada domestica – “Me gusta mi profesión, no le tengo miedo al trabajo. Tomé un curso de organización del hogar para hacer mi trabajo aún más eficiente”.



    La relación entre empleadores y empleados debe ser más armoniosa, después de todo, uno ayuda al otro. Felicidades a las sirvientas, ámense, valórense. Gracias por el valioso trabajo que haces.

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