Detrás de un vaso de leche “inocente”

    Para aquellos que creen que consumir leche y sus derivados no causa ningún daño a los animales, trataremos de explicar por qué esto no sucede.

    Para que cada mamífero hembra dé leche, necesita quedar embarazada, ¿verdad? Bueno, las vacas son inseminadas artificialmente para que esto suceda y a una velocidad inmensa debido a la demanda. Las vacas son constantemente violadas (inseminaciones) y cuando nacen sus crías, pronto son separadas de la madre, prohibiéndoles beber la leche que les corresponde por derecho.


    Todo esto para que consumas un vaso de leche que parece inocente. 


    Detrás de un vaso de leche “inocente”

    La gran demanda de estos productos hace que las vacas lecheras produzcan diez veces más leche que en su propia naturaleza. Debido a que son constantemente ordeñadas por máquinas, por la cantidad de hormonas y alimento que reciben para tener esta producción, una de las enfermedades que provocan se llama mastitis, inflamación de las glándulas mamarias, causando dolor y sufrimiento a estos animales.

    Las vacas son tratadas como máquinas, no les da el sol y, como se mencionó anteriormente, tienen a sus hijos separados al nacer. Para combatir estas enfermedades se dan antibióticos, sin contar los pesticidas, todo esto va a parar a la leche.

    Las vacas lecheras, por lo tanto, sufren inseminaciones artificiales, partos forzados, son arrancadas cobardemente a sus crías y son ordeñadas sin cesar, toda esta cobardía y codicia por obtener leche para la especie humana.

    ¿Cuál es el destino de los cachorros?

    • Si es mujer, será explotada de por vida como su madre.
    • Si es macho, los pollitos serán sacrificados para la producción de cuajo para la leche y/o serán atrapados en un lugar diminuto y sin poder caminar, encadenados durante 16 semanas, para que su carne quede tierna, convirtiéndose así en la famosa ternera. o ternera bebé.

    Las vacas, por su parte, después de haber sido explotadas durante mucho tiempo, la suerte es la misma que la de las “vacas” consideradas “carne”, el matadero. Viven de cinco a seis años en esta tortura y explotación, siendo su ciclo de vida natural de alrededor de 20 años.



    Es momento de parar y reflexionar, haciendo cambios de hábitos. Elige leches vegetales, hay infinidad de sabores y sin herir ni matar a ningún animal.

    “Mira profundamente a los ojos de un animal y, por un momento, cambia de lugar con él. Su vida se volverá tan preciosa como la tuya y tú te volverás tan vulnerable como él. Ahora sonríe, si crees que todos los animales merecen nuestro respeto y nuestra protección, porque en algún momento ellos somos nosotros y nosotros somos ellos”.



    – Felipe Ochoa.

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