Cuando era niño, cuando era niña…

    ¿Cuáles son los recuerdos más memorables que llevas contigo de tu infancia? ¿Son alegres o traumáticos?

    ¿Quiénes eran las personas que más etiquetaban cuando eras niño? ¿Padre, madre, hermana, tío, maestros, abuelos o amigos?

    ¿Podrías ser un niño?

    Ya escuche:

    “Hoy, como adulto, me cuesta mucho tocar, abrazar a mis sobrinos u otros niños porque mis padres no me abrazaron. Incluso vivir una relación afectiva es muy difícil, es como si hubiera un bloqueo que me impide mostrar mi afecto por la otra persona”.



    “Me hice payaso en la infancia, descubrí esta estrategia para hacer reír a mi padre, estar de buen humor, para que me pegara menos”.

    “Mi madre me pegaba mucho, yo me quería morir”.

    “Mi hermano siempre sacaba lo mejor, era el consentido”.

    Cuando era niño, cuando era niña…

    Mucha gente está anclada en el pasado, porque de niño pasó esto, esto y aquello… Las heridas se acumularon y nunca fueron tratadas. El niño se deshace de los problemas muy fácilmente, cuando se le permite expresarse con sinceridad: dos niños pelean, discuten, pero pronto vuelven a jugar, ya se han reconciliado y olvidado todo lo que sucedió, la herida se ha curado y no causará usted problemas cuando los adultos. Cuando no está resuelta, lleva consigo esas heridas que la entorpecen mucho en la vida adulta.

    A través de la Kinesiología, necesitamos hacer una regresión de edad a la infancia donde estas heridas siguen abiertas. Y, amorosamente, el Yo Superior habla de cómo los tratamos, cuáles son las herramientas de la técnica que debemos usar y así deshacernos de todo este dolor, para que podamos sentir el amor al abrazarnos y ser abrazados. Reír, contar chistes, reír en el momento oportuno, con la gracia y la ligereza que vienen de dentro, y no para evitar el dolor. Tener ganas de vivir, perdonar a quienes te causaron sufrimiento, reconectarte con la alegría interior, valorarte y amarte a ti mismo.



    Deseo que tus ojos brillen como los ojos de un niño y que tu sonrisa sea inocente y amorosa como la sonrisa de ellos.

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