Contribuyen a bajar la temperatura.
Reducen el riesgo de inundaciones, ya que sus raíces y el suelo donde se plantan ayudan a absorber el agua de lluvia.
Reducen la reverberación del sonido, ayudando a reducir la contaminación acústica en las ciudades.
Pueden ser considerados agentes antimicrobianos.
Ayudan a reducir los malos olores.
Contribuyen al bienestar aportando belleza y atrayendo visitantes alados, es decir, pájaros.
El contacto con los árboles y la naturaleza en general también aportan numerosos beneficios a la salud de la mente humana. Los estudios demuestran que este contacto puede ayudar en el tratamiento de diversas enfermedades como depresión, trastornos de ansiedad, psicosis, trastornos adictivos e incluso puede reducir el riesgo de diabetes, presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares.
Mientras celebramos el Día del Árbol, los invito a echar una mirada reflexiva y amorosa a las plantas, especialmente a sus raíces.
Al igual que los árboles necesitan que sus raíces estén bien conectadas a la tierra para mantenerse vivos, saludables, productivos y hermosos. Los humanos necesitamos estar más atentos a nuestros pies, a nuestras raíces.
Estás teniendo esta experiencia de vivir aquí en la tierra, al experimentar intensamente, no te sentirás como un fantasma, desconectado. Vuelve a ponerte de pie, párate en el suelo, sin zapatos, y siente el frescor, la textura, el calor. La tierra es una gran madre nutricia, recibe lo que la tierra está dispuesta a darte ahora mismo, siéntelo y déjalo fluir a través de ti. Permite que tu energía fluya hacia la tierra, haz que este intercambio sea enriquecedor como lo hacen los árboles.
Hay quienes solo miran las cosas del cielo y se olvidan de experimentar también las cosas de la tierra, ambas son importantes. Caminar con pies firmes en la sabiduría y el amor, haciéndonos evolucionar hacia el cielo, hacia el todo.
También te puede interesar:
- Reciclaje material y reciclaje emocional
- ¿Yo, creativo?
- Lo que viene de ti, vuelve a ti
Lao Tzu dijo a sus discípulos: "A menos que empiecen a respirar con las plantas de los pies, no serán mis discípulos".
A través de la Kinesiología Cuántica y Constelaciones Familiares podrás poner los pies en la tierra y seguir tu andar de una forma más ligera y placentera.
¡Gracias a los árboles!