¿Nuestro cuerpo habla más que las palabras?

Al entrar en una tienda, ¿compraría con el vendedor sonriendo, con una actitud confiada y amistosa, o compraría con la persona con las manos en los bolsillos, los ojos vacíos y la cara rígida? Si respondió que elegiría primero al vendedor, estaba influenciado por el lenguaje corporal.

El lenguaje corporal es una forma de comunicación interpersonal o no verbal; esto quiere decir que interpretamos las señales que envía el cuerpo de la otra persona y somos capaces de captar un mensaje que va más allá de las palabras dichas.



Este tipo de comunicación ha sido objeto de muchos estudios clínicos, psicoanalíticos e incluso religiosos a lo largo de la historia, principalmente porque, además de ayudar a leer la intención real de la otra persona, también nos ayuda a vender mejor nuestros productos, nuestros servicios o nuestras ideas

¿Sabías que el lenguaje corporal puede cambiar la forma en que te relacionas con amigos o clientes? ¿Eres una persona que inconscientemente habla más por el cuerpo que por la boca? ¡Descúbrelo todo a continuación!

¿Qué es el lenguaje corporal?

Primero, necesitamos entender qué es el lenguaje corporal.

Filósofos como Sócrates valoraron el pensamiento, ya que entendieron que tiene poder constructivo y destructivo, y puede conducir el destino de las personas. Pensar en el poder del pensamiento, en este caso, no tiene que ver con la mística, sino con la idea de que el simple acto de pensar puede actuar sobre nuestro sistema nervioso, influyendo en nuestro cuerpo para sentir o expresar algo. A este proceso lo llamamos lenguaje corporal.

¿Nuestro cuerpo habla más que las palabras?
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Freud se dio cuenta de lo mucho que nos afecta cuando notó que algunos de nuestros órganos son utilizados inconscientemente para exponer conflictos emocionales, algo que también explica Cristina Cairo, psicóloga que ha escrito libros sobre qué sentimientos desencadenan cada enfermedad humana.



Por eso, aprender lo que revela el cuerpo puede ser la gran diferencia a la hora de participar en diálogos importantes o intentar vender algo, por ejemplo.

¿Qué dice el cuerpo?

El cuerpo puede expresar reacciones de acuerdo a lo que siente, como susto, miedo, incomodidad, amor, alegría, satisfacción, etc. Entonces, cuando no estamos atentos, puede revelar fácilmente lo que estamos sintiendo.

A continuación, ¡conozcamos algunas de las principales emociones que transmite el cuerpo y cómo se manifiestan!

¿Cómo se expresa el cuerpo con el lenguaje corporal?

Veamos algunos ejemplos comunes de mensajes transmitidos por el cuerpo:

El cuerpo cede cuando estamos mintiendo

Solemos taparnos la boca cuando mentimos, por lo que llevarnos las manos a los labios o dejar un objeto o las manos cerca de nuestra boca puede hacer entender a la otra persona que estamos ocultando algo o perdiendo la verdad.

También revela nerviosismo.

La frente apretada, mover las manos o los pies y morderse los labios son los signos más comunes de que estamos nerviosos por lo que está pasando y su jefe o cliente lo notará aunque sea inconscientemente.

Incertidumbres reveladas en un rascado de cabeza

Si estás en un punto de inflexión, rascarte la cabeza o la oreja le dejará claro a la otra persona que no estás seguro de lo que quieres o de lo que estás haciendo.

El malestar también lo revela el cuerpo.

¿Nuestro cuerpo habla más que las palabras?
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Poner las manos detrás de la espalda o mantenerlas pegadas al cuerpo revela malestar e inseguridad. Entonces, hacer estos movimientos en una presentación puede desperdiciar todo.


Estos son algunos de los mensajes que el cuerpo revela, pero también puede expresar cosas positivas, como: confianza, a través de un apretón de manos; seguridad, cuando tu respiración es tranquila; control de la situación, mirando directamente a los ojos de la otra persona.


Después de todo, nuestro cuerpo puede decir más que palabras.

En algunos ejemplos, quedó claro que el cuerpo dice mucho sobre quiénes somos y qué sentimos realmente en este momento, y así lo han demostrado psicólogos como Albert Mehrabian, uno de los primeros investigadores del lenguaje corporal.

En 1950 descubrió que el 55% de nuestra comunicación es no verbal, mientras que el 38% es vocal —tono de voz, velocidad y volumen del habla— y solo el 7% es verbal, es decir, solo palabras.

El antropólogo Ray Birdwhistell, también pionero en los estudios de comunicación no verbal, encontró en sus estudios que el 65% de la comunicación se realiza sin el uso de palabras.

Después de todo, incluso antes de que aprendamos a hablar, ya hemos aprendido lo que significan algunas expresiones faciales, algunos gestos y algunas posturas. Por lo tanto, el lenguaje corporal puede considerarse nuestra primera forma de comunicación.

¿El dolor es parte del lenguaje corporal?

¿Y los dolores también están incluidos en el lenguaje corporal? ¡La respuesta es sí!

Anteriormente, hablamos sobre la idea de Freud de que algunos órganos manifiestan problemas emocionales o psicológicos no resueltos del individuo. A partir de ahí, muchos nombres también hicieron la relación entre enfermedades y emociones, como Cristina Cairo y Louise Hay, dos mujeres que se destacaron en este tema.

Cairo sostiene que el estudio del lenguaje corporal trae un diagnóstico exacto y fisiológico y, con eso, podemos ayudar al individuo a curar todas las enfermedades, incluidas las hereditarias.


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Por ejemplo, el dolor de cabeza representa la autocrítica y la falta de autoestima; los problemas de rodilla pueden representar falta de flexibilidad o miedo a empezar de nuevo; Los problemas de presión pueden simbolizar el miedo al conflicto. Si durante una discusión su presión arterial baja, por ejemplo, esto podría ser un intento de escapar de ese momento.


Si quieres profundizar en el significado emocional de otras enfermedades, consulta nuestra categoría Lenguaje Corporal, donde traemos la visión de Cristina Cairo sobre varios temas.

¿Qué tan importante es el lenguaje corporal?

Entender que el lenguaje corporal revela nuestros verdaderos sentimientos, es responsable del 65% de nuestra transmisión de ideas y también puede mostrar cuestiones emocionales y psíquicas no resueltas hace más fácil concluir la importancia que tiene en nuestras vidas.

Interpretar estas señales en otras personas no solo ayuda a la parte profesional, sino que también puede ayudar a la comprensión de nuestros propios hijos, por ejemplo.

Los niños suelen aprender a hablar a partir de los 12 meses, pero tardan más en poder crear frases completas o utilizar palabras para expresar lo que realmente sienten. Después de todo, todavía no entienden lo que sienten, ni saben qué palabra representa eso.

Entonces, para los padres y cuidadores, así como para los maestros, comprender lo que representa cada llanto, mirada, postura, apretón y otro gesto puede ser la forma de comprender mejor las necesidades de ese niño.

Pero volviendo al lenguaje corporal en la edad adulta, ¿cómo sabemos si ya nos estamos expresando bien o no? ¡Veamos a continuación!

¿Cómo saber si eres una persona corpórea lingüísticamente?

Reflexionar sobre algunos diálogos ya nos ayuda a entender si hemos trabajado bien o no con el lenguaje corporal. Intenta recordar si en algún momento estabas escuchando a alguien hablar y te preguntó: “¿Estás bien?”, “¿Estás preocupado?”, “¿Pasó algo?”. Si estabas tratando de ocultarlo y la otra persona lo notó, podría significar que tu rostro y tus gestos revelaron cómo te sentías realmente.

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Otra forma de evaluar es recordar si incluso con una buena idea y teniendo todo preparado para una presentación, todavía no obtuviste una respuesta positiva de los espectadores. El lenguaje corporal negativo puede evitar que las personas te presten atención o escuchen con cariño lo que dices.

Puede ser que seas una persona más proactiva en relación al uso de las palabras, es decir, te expresas de forma correcta y tranquila. Pero vale la pena recordar que los estudios han demostrado que la mayor parte de nuestra comunicación se realiza a través del cuerpo. Entonces, si ya tienes una buena oratoria, este es un punto positivo, pero desarrollar el lenguaje corporal mejorará aún más tu capacidad de expresión.

Cambiar el lenguaje corporal: ¿cómo hablar menos con el cuerpo?

¿Se trata de hablarle menos al cuerpo o de usar el cuerpo para hablar de lo que trae resultados positivos? ¡La mejor respuesta es hablar menos sobre nuestros miedos y más sobre nuestra confianza!

Por eso hemos separado algunos consejos sobre cómo disimular miedos, nervios e inseguridades, pero también cómo mostrar confianza, entusiasmo y seguridad.

Expresiones y gestos a evitar

Desviaciones de la mirada: dependiendo de la dirección en la que miremos, podemos transmitir tristeza, confusión, vergüenza, etc.;

Balanceo de pies o manos: esto muestra nerviosismo y ansiedad;

Rascarse la cabeza, la nariz o las orejas: estos gestos pueden indicar que estamos mintiendo o que no estamos seguros de lo que estamos haciendo;

Cruza los brazos: esta postura muestra defensa – el otro entenderá que no quieres escuchar lo que tiene que decir;

Cubre tu boca: esta acción también puede indicar que no estamos diciendo la verdad;

Manos en la cintura: esto representa la ira o la agresión.

Consejos para usar el lenguaje corporal a tu favor

El primer paso es conocerte a ti mismo, y esto puede ser un largo proceso de observación. Intenta comprender qué momentos o desencadenantes te hacen expresarte con algunos de los elementos mencionados en la lista anterior.

Después de eso, trata de estar atento al momento presente, porque esto te hará notar el momento en que frunciste el ceño o te mordiste los labios, por ejemplo, por lo que podrás detener inmediatamente estos actos.

Con eso en mente, intente usar los siguientes elementos, que transmitirán un lenguaje corporal más positivo:

Mantente relajado: atención a la respiración, la rigidez de los músculos y los hombros, y también el tono de voz. Cuando respiramos con calma y mantenemos una postura erguida, pero sin rigidez, el otro sentirá un equilibrio en nosotros.

Mira a los ojos: hacer esto crea una conexión real con la persona y hace que tenga ganas de prestarte atención. Solo ten cuidado con tu apariencia y las demás expresiones faciales, porque podrías terminar asustando a la persona.

¿Nuestro cuerpo habla más que las palabras?
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El solia sonreir: una sonrisa ligera y amable conquista hasta a las personas más empedernidas, así que apuesta por ella, pero siempre equilibrando para que el acto de sonreír no parezca forzado.

Escucha cuidadosamente: A todos les gusta que los escuchen, así que intente practicar la atención plena en sus conversaciones y esté allí para escucharse unos a otros. Combine eso con el contacto visual, una postura tranquila y un semblante positivo, y tendrá una conexión muy bien establecida entre sí.

El lenguaje corporal puede cambiar la vida cuando lo aprendemos y lo usamos correctamente, pero un artículo es muy poco para entender esta forma de comunicación en profundidad. Si este tema es de tu interés, algunos libros pueden ser el punto de partida de tu estudio, como: “O Que Todo Corpo Fala”, de Joe Navarro; “Descubriendo los secretos del lenguaje corporal” por Allan y Barbara Pease; “El cuerpo habla: el lenguaje silencioso de la comunicación no verbal”, de Pierre Weil y Roland Tompakow.

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Ahora te toca a ti: ¿cómo eliges comunicarte a partir de hoy? Recuerda: ¡la comunicación no verbal ha demostrado ser la más percibida por las personas que nos rodean!

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