Al contrario de lo que mucha gente cree, no siempre podemos tener la fuerza para mantenernos enfocados y meditar en silencio. Para los habitantes de las grandes ciudades, encontrar lugares tranquilos es en realidad un privilegio cada vez más difícil.
Sin embargo, ¿sabías que la música puede ser una poderosa aliada de la meditación? Esto sucede porque los estímulos sonoros nos ayudan a llegar a determinadas zonas de nuestra mente, mejorando nuestra atención y concentración. A continuación, ¡aprende más sobre cómo funciona la meditación con sonido y cuáles son sus beneficios para la concentración!
¿Cómo funciona la meditación con sonido?
En la meditación de sonido, nos enfocamos profundamente en los sonidos que se emiten a nuestro alrededor. El estímulo sonoro puede provenir de un instrumento, altavoces o auriculares. En él nos dejamos llevar por el sonido, que “captura” nuestra mente y la dirige a niveles más tenues de nuestro proceso de pensamiento.
Además de reducir el estrés y la ansiedad, la meditación con sonido es una excelente manera de aumentar la concentración. Practicarlo puede ser una alternativa para personas que tienen dificultad para concentrarse o meditar en absoluto silencio, así como para quienes viven en ciudades grandes y ruidosas.
Combinar la meditación con la música promueve, para algunas personas, resultados más efectivos. Esto sucede porque el ritmo y la melodía actúan directamente sobre nuestra mente y cuerpo, liberando sustancias responsables del placer, como la dopamina.
Los poderes meditativos del sonido se han utilizado durante miles de años y en diferentes partes del mundo. En la cultura india, por ejemplo, durante las ceremonias religiosas se acostumbra utilizar la tambura. Compuesto por cuatro cuerdas pulsadas, este instrumento se caracteriza por su sonido reverberante, similar a un zumbido, que sirve para crear la atmósfera de los mantras.
La ciencia detrás de la meditación con sonido
¿Quién no ha desconectado por completo del mundo después de ponerse los auriculares para escuchar una de sus canciones favoritas? Es posible que esta situación te haya ocurrido durante un viaje largo, o cuando decidiste escuchar un sonido para concentrarte en una tarea específica, como limpiar, trabajar o estudiar.
Como señala un artículo publicado por la Universidad de Stanford en Estados Unidos, las ondas sonoras ejercen una influencia directa sobre las áreas del cerebro encargadas de la concentración. El texto menciona una investigación realizada en la Universidad de Texas en la que se encontró que los estímulos sonoros potenciaban la concentración de los niños con trastornos de atención, actuando de manera similar a ciertos medicamentos prescritos para esta condición, como el Ritalin.
Cuando escuchamos música, nos enfocamos en nuestra audición y “anestesiamos” nuestra corteza cerebral. Esto se debe a que las ondas de radio que emite la música hacen vibrar nuestros tímpanos. Esta vibración, a su vez, se traduce en una secuencia de señales electroquímicas que van directamente a nuestra corteza auditiva.
Luego, las características del sonido como el tono, el ritmo, el volumen, la armonía, la melodía y la resonancia son analizadas y decodificadas por diferentes sectores de nuestro cerebro. Las áreas responsables de la memoria, el movimiento, la atención y la emoción están muy activas, como si, en cierto modo, dialogaran entre sí.
¿Cómo meditar con sonidos?
Hay varias formas de realizar la meditación de sonido. Es posible hacerlo solo o en grupo, en los conocidos “baños de sonido”. En este caso, suele haber presencia de una banda en la que se utilizan instrumentos como campanas, cítaras y cuencos tibetanos.
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Por otro lado, puedes hacer meditación de sonido tú mismo. Algunas apps que involucran estímulos sonoros y ayudan en este proceso, como Meditopia, Relax Melodies y Stop, Breathe & Think, ¡pueden ayudarte en esta tarea! Además de ellos, todavía puedes usar YouTube. ¡Allí puedes encontrar varios videos para la meditación de sonido!
