Muchas personas buscan la felicidad plena para salvarse de problemas, decepciones y sobre todo, para salvarse a sí mismas. A nadie le gusta sentir dolor, pero si lo pensamos bien, ¿el dolor solo nos trae aspectos negativos?
El hombre, desde su origen, lidió con el miedo y la supervivencia.
Con la evolución, nuestro cerebro aprendió a detectar amenazas y esta es la forma que usamos para protegernos de cualquier eventualidad, ya sea por actos peligrosos o incluso sentimentales.
Otro sentimiento negativo muy común en las personas es la ansiedad. Muchos piensan que se interpone en el camino, pero ¿alguna vez te has detenido a pensar que las personas ansiosas descubren rápidamente las soluciones a sus problemas? Por ejemplo, una presentación en una reunión de trabajo, una presentación escolar o cualquier otra forma que requiera mucha preparación. La ansiedad juega un papel relevante en estos tiempos, lo que genera un mejor desempeño en el afrontamiento de estas situaciones.
Entonces, sobre todo, las emociones negativas son sumamente importantes para tener una vida mejor. Las emociones juegan un papel clave en la transmisión de información, haciéndonos buscar la supervivencia y la búsqueda del bienestar y la felicidad.
Según el psicólogo estadounidense Todd Kashdan, “Ser feliz no es comer siempre el mismo plato en el restaurante que más te gusta o disfrutar de una vida plena y tranquila; La ciencia demuestra que la clave de la satisfacción personal está en hacer cosas arriesgadas, incómodas e incluso agotadoras”.
No podemos obligar a nuestra mente a dejar ir las emociones negativas, los problemas siempre estarán presentes en nuestra vida. Tenemos que tener en cuenta que es completamente natural e importante tener estos sentimientos, es parte de nuestra vida cotidiana.
Para Kashdan, las personas buscan la felicidad como una forma de comodidad total, lo que en la práctica no es tan así. Cuando tratamos de ocultar nuestros sentimientos, estamos viviendo una mentira y negando nuestra verdadera identidad. Sentir miedo, angustia, ansiedad, ganas de llorar, todo esto es algo tan natural y necesario como respirar.
Ser feliz está lejos de ser una aventura fácil, sin miedos, incomodidades o tristezas.
El sufrimiento es inevitable y sobre todo necesario en nuestra vida. Tomar riesgos es la mejor manera de aumentar nuestro sentido de satisfacción y realización personal. Algunos dicen que una gran decepción puede ser la mejor manera de crecer y ver que la vida no es color de rosa, pero siempre hay una manera de empezar de nuevo de alguna manera.
- Texto escrito por Letícia Espíndola del Equipo Eu Sem Fronteiras
