¡Aprende a decir no!

La psicología del desarrollo, el estudio de los cambios de comportamiento relacionados con la edad, destaca que la infancia se caracteriza por el egocentrismo. Las actitudes sociales e interactivas de los niños están guiadas únicamente por sus necesidades. Según esta teoría, el egoísmo es la negativa del individuo a abandonar la infancia, la insistencia en vivir la fantasía del egocentrismo.

Las religiones también tienen sus definiciones de egoísmo. Para el espiritismo hay tres niveles: egoísmo personal, egoísmo de clase y egoísmo familiar. El primero se cree merecedor de todos los privilegios del mundo. El segundo determina que los deseos de su grupo profesional o político se cumplan de inmediato. El tercero exige que los deseos de su familia se cumplan con prontitud. El cristianismo habla de "egoísmo cristiano". En este tipo de egoísmo, la persona reza sólo para su propio beneficio, o para el beneficio de su familia, nunca para el colectivo desconocido.



Aun siendo un comportamiento tan cercano, el egoísmo es condenado con vehemencia. En sentido contrario a este comportamiento tan condenado se encuentra el altruismo. Cualquiera que es capaz de negarse a sí mismo, renunciar a sus pensamientos y deseos para ayudar a los demás, siempre es visto como una buena persona.

Esta amabilidad se muestra de muchas maneras. Ir a un restaurante que no le gusta solo porque a la pandilla le encanta su comida. Comprar un atuendo a pesar de que tu guardarropa estaba lleno porque no pudiste resistirte a las súplicas del vendedor. Ir a una fiesta que de lejos parece aburrida porque tuviste miedo de decir que no y lastimaste al dueño de la fiesta. Que siempre hace favores a los demás aun teniendo numerosos compromisos.

El desinterés también está en el lugar de trabajo. La manicurista que no se niega a atender a un cliente que lleva meses endeudado. El empleado que siempre pospone su hora de almuerzo para que los grupos puedan salir juntos. Que siempre cambia de turno para favorecer a los compañeros. ¿Y los que se embarcan en mil proyectos cuando ya están abarrotados de cosas por hacer? Quien siempre acepta quedarse hasta tarde, sin recibir un salario adicional ni tener las horas contadas.



Las actitudes anteriores se ven dentro de la familia. Ese primo que se pasa los fines de semana haciendo reparaciones para todos. La madre que siempre renuncia a los fines de semana para cuidar a los hijos de los demás. Esta falta de firmeza también se extiende a las relaciones amorosas. Ver películas que no te gustan porque a tu pareja le encantan. Ir a lugares en los que no te sientes cómodo para ver feliz a tu pareja.

¡Aprende a decir no!

A algunas personas les resulta muy difícil decir que no. Aceptan todas las invitaciones, ponen sus proyectos y deseos para cumplir los deseos de los demás no porque sean simpáticos. La motivación para decir sí todo el tiempo proviene de la necesidad de ser aceptado, de evitar conflictos y peleas que lleven al deterioro de las relaciones. De hecho, querer ser agradable las 24 horas del día esconde el miedo a ser grosero, pasar una imagen negativa y ser visto como una persona que piensa solo en sí mismo.

Las personas que dicen que sí obligatoriamente son inseguras y temerosas, dice el psicólogo Odair Conim. Sin embargo, la psicóloga destaca que también son controladores, ya que aceptan todas las invitaciones porque no quieren quedarse fuera de nada y por la falsa impresión de que pueden controlar el tiempo y manejar sus tareas y compromisos para satisfacer las necesidades de los demás.

Las personas con este rasgo sienten que nadie las quiere y dicen que sí todo el tiempo para cambiar las cosas. Se podría decir que pueden. La gente agradable siempre está en demanda. Después de todo, se convierten en una referencia para aquellos que aman imponer sus obligaciones a los demás. Al ser constantemente buscada, la persona crea una falsa sensación de ser deseada. Se convierte en un círculo vicioso. Para reforzar el bienestar causado por el acoso, el individuo entrega cada vez más su vida para encontrarse con quienes lo buscan.

quien no puede decir no anula su esencia. Colabora con otro comportamiento destructivo. Las personas que exigen favores ignorando la vida, las prioridades y los sentimientos del otro no son más que un niño grande apegado a la fantasía del egocentrismo. Decir sí demasiado es decirte no a ti mismo.



Individualismo x Egoísmo

Aunque colocados en la misma bolsa, son comportamientos diferentes. Tal confusión sucede porque las personas que dan incondicionalmente son idolatradas. Las personas individualistas saben que están integradas en otros contextos, familia, amigos, compañeros de trabajo, escuela, etc. Sin embargo, el individualista sabe ponerse a sí mismo en primer lugar, sin embargo, reconoce las necesidades de los demás. El egoísta, a su vez, no reconoce las necesidades de los demás, para ser honesto, ni siquiera ve a quienes lo rodean como individuos.

Decir sí todo el tiempo: consecuencias

Decir que sí todo el tiempo tiene consecuencias. No realizar tus actividades diarias es una de ellas. La persona no puede mantener su casa en orden porque está demasiado ocupada cuidando las casas de otras personas. El rendimiento escolar cae porque el individuo ayuda a tantos compañeros que se olvida de sus tareas. Cualquiera que siempre esté de acuerdo con todo, ese "aprendiz de todo", tiene un gran dolor de cabeza por dentro. El sentimiento es inconsciente, pero es un hecho que muchos desaparecen cuando no necesitan ningún favor. Los buenos de tiempo completo tienen su moral reducida a polvo.

Girando el juego

¡Aprende a decir no!Según el psiquiatra, psicoterapeuta y escritor Flavio Gikovate, se necesita enfoque, esfuerzo y determinación para romper patrones destructivos. La tarea es difícil, porque quien dice sí por la fuerza, lo hace por la vanidad de ser visto como alguien simpático. Aprender a decir no rompe esta vanidad y trae culpa. El miedo acompaña los procesos de cambio, pero sólo el enfrentamiento regenera el ser.

Gikovate enfatiza que las personas sin vínculos afectivos deben comenzar a decir lo que no se debe decir. Decir "Veré lo que puedo hacer" seguido de "Todavía lo estoy viendo" hará que la persona vea que te estás alejando. Para las solicitudes de préstamo realizadas por familiares y amigos de mucho tiempo, responda "Entiendo su problema, pero tuve algunos contratiempos este mes".



Otro entrenamiento para aprender a hablar sin hablar es la técnica del “disco roto”. Consiste en repetir la negativa tantas veces como sea necesario. Por ejemplo, cuando se te acerca un vendedor, dices "Gracias, pero no estoy interesado". Si el vendedor sigue insistiendo, responde “No estoy en desacuerdo con la calidad del producto, pero no me interesa”.

Decir sí todo el tiempo: consecuencias hormonales

Poner su propia vida en un segundo plano también provoca cambios hormonales. El nivel de serotonina (la hormona del bienestar) puede disminuir significativamente. Esta caída provoca molestias e incluso distimia, una depresión leve caracterizada por irritaciones frecuentes. Según la psicoterapeuta Fátima Vasconcelos, cuando la situación llega a tal punto, se recomienda la psicoterapia cognitivo conductual en asociación con antidepresivos.

Psicoterapia cognitiva conductual

Cuando no podemos resolver nuestros conflictos por nuestra cuenta, la psicología entra en acción. Para la dificultad de decir no, la Terapia Cognitivo-Conductual es la corriente más adecuada. Fue desarrollado por el psicólogo Aaron Beck. El propósito de este modelo es cambiar los patrones de comportamiento. Las técnicas de psicoterapia cognitivo conductual trabajan sobre los elementos que provocan las emociones negativas. Según la Terapia Cognitivo-Conductual, los sentimientos son consecuencia de los pensamientos. El trabajo del terapeuta es ayudar al paciente a comprender sus conflictos para que pueda identificar estrategias para afrontarlos. La duración de este proceso varía de tres a seis meses. Echa un vistazo a algunas técnicas:

  1. Técnicas de relajación

La ansiedad protege al organismo, preparándolo para atacar o huir de peligros reales o imaginarios. Durante el proceso, el cuerpo libera sustancias que provocan cambios fisiológicos responsables de estas respuestas. Las principales técnicas de relajación son:

  • Ejercicios de respiración: Inhalación-exhalación profunda y amplia, más respiraciones diafragmáticas. El entrenamiento proporciona una sensación de control sobre el cuerpo.
  • Entrenamiento de relajación: El entrenamiento consiste en tensar y relajar grupos musculares para lograr el bienestar.
  1. Parada de pensamiento: Técnica de autocontrol. El paciente deja que surja un pensamiento no deseado, pero es interrumpido por la fuerte orden del terapeuta de "parar". La interrupción también se puede realizar mediante carteles con la palabra “stop”.
  2. Autoinstrucción: Aquí, el terapeuta ayuda al paciente a desarrollar pensamientos apropiados a la situación temida.
  3. Inoculación de estrés: El paciente experimenta la situación conflictiva en la sesión, con el fin de crear recursos de afrontamiento para utilizar cuando se encuentre cara a cara con el problema.
  4. Solucion de problemas: En este entrenamiento, el paciente aprende a manejar y adaptar las estrategias aprendidas durante la terapia, a través de simulaciones durante las sesiones.

Todo el daño causado por la dificultad de decir no proviene del miedo. Miedo a decir la verdad y miedo a tener amor propio. Pero tampoco está mal. Decir que no a veces hace que nos duela el corazón, sin embargo, nadie muere por escuchar la verdad. No tengas miedo de exponer tus sentimientos. Debemos ser consecuentes con nuestros valores y fieles a nuestros sentimientos. Los sentimientos y pensamientos necesitan estar en constante equilibrio.

El propósito de este artículo no es propagar el egoísmo, al contrario. Queremos mostrarte que decir sí las 24 horas del día significa cancelarte como individuo. La falta de respeto que cometen quienes no aceptan un no por respuesta, junto con la falta de amor propio de quienes hacen todo por complacer a los demás, forman parte de un círculo vicioso donde ambos eslabones se pierden.

Cuando alguien te pida un favor, demuestra que te importa. Sin embargo, no pierda la oportunidad de señalar que sus necesidades son igual de importantes. Si no quieres ser tan duro, trata de pedir tiempo para pensar, di "Necesito ver si tengo algún compromiso" - repite tantas veces como sea necesario. Asegúrate de cumplir con tus compromisos porque no quieres que te vean como alguien cruel. Decir que no con moderación no es un signo de egoísmo, es un signo de autoestima.

Dígale no a su hijo cuando quiera comer dulces antes de una comida. Dígale que no a su hijo adolescente cuando quiera salir por la noche y no le revele adónde va ni con quién va. Este cuidado disfrazado de molestia evitará sucesos desagradables. Di no a tu amiga cuando te pida ese vestido que nunca te has puesto. Di no cuando te pidan un favor en vísperas de un importante examen universitario. Muestre que le importa, pero explíquele que sus compromisos también son importantes.

Pero, ¿cómo decir no en el trabajo? ¿Puedo negarme a participar en un proyecto? Sí, solo sé cortés. Tómese el tiempo para revisar su horario. La técnica prepara el escenario para una posible negativa. Otra táctica es dejarse halagar por la invitación y agradecer diciendo que está involucrado en otras actividades, terminando con el deseo de éxito. Si la invitación es para una hora feliz, diga que necesita revisar un informe, por ejemplo.

Para terminar

Terminemos este artículo con consejos prácticos que ayudarán en este difícil proceso de aprendizaje:

  • Ahorrar tiempo: Si no desea rechazar inmediatamente, diga que responderá después de revisar su horario. Pero no olvides llamar para decir por qué no puedes.
  • Récord batido: Si la persona demanda una respuesta inmediata, repite que necesitas revisar tu agenda mil veces. Vencido por el cansancio.
  • No es tu culpa: Nadie puede ser juzgado por no querer satisfacer los deseos de los demás. Cualquiera que reaccione mal después de escuchar un no claramente no tiene límites en la infancia. No seas rehén de aquellos que no saben cómo lidiar con la frustración.
  • Alabar + negar + agradecer: Agradece la invitación, lamenta no poder aceptarla, da una razón y termina agradeciendo la invitación.
  • Transferir: ¿Eres la única persona que puede hacer esto? Probablemente no. Si engañas, hay otras personas más calificadas para la misión. Decir que no eres el más adecuado, porque nunca has pasado por esta situación, o bien, no eres bueno en esta actividad.
  • Sugiere algo más: Diga que no podrá ayudar con esta tarea, pero que estará feliz de contribuir de otra manera.
  • Cierra el tema: ¿Fuiste educado, pero la persona todavía no entendió? En ese caso, sé monosilábico y di “bien”. Digamos que tienes una vida que cuidar y eso es todo.
  • Ensaí: Seguir estos consejos es difícil, pero será más fácil si practicas frente al espejo.

El tiempo y la madurez nos enseñan a decir no que educa, que nos hace respetar la imagen reflejada en el espejo.

  • Texto escrito por Sumaia Santana del Equipo Eu Sem Fronteiras
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