Quien sufre de baja autoestima sabe lo importante que es complacer a los demás, no causar problemas y aceptar sin cuestionar todo lo que se le pida. Siempre nos sometemos a algo que no queremos., forzando varios “síes” mientras nuestra verdadera voluntad va muriendo lentamente y dando paso a la tristeza, a la impaciencia, y va surgiendo la inseguridad y una inmensa angustia en la que nada es perfecto, nada satisface.
Nos cansamos, agotamos y desorientamos, sin ver la causa de todo esto, sin darnos cuenta que en ese afán de poner a los demás primero, perdemos nuestro lugar en el pedestal y nos postramos ante el cansancio de la insatisfacción.
El primer paso es reconocer nuestras emociones e responsabilizarnos de nuestros sentimientos y la forma en que reaccionamos ante los acontecimientos, pero la tarea se vuelve ardua cuando no sabemos a qué nos enfrentamos. El campo de las emociones es confuso, porque se trata de observar y gestionar, de sentir y no de racionalizar.
es algo que requiere atención, paciencia y conciencia; ya que no nos enseñaron a reconocer y nombrar estas sensaciones, que son alertas de que debemos prestar más atención a nuestro estado interior porque, sin la debida atención, estamos sujetos a lo que determinan las emociones, actuando sin pensar, tomando decisiones precipitadas, callándonos cuando debemos hablar o hablar demasiado cuando debemos optar por el silencio.
com autoconocimiento y reflexion, el viaje se vuelve más claro. Hay numerosos instrumentos que se ofrecen en Internet a través de investigaciones, libros, coaching, sitios web, entre otros, ¡pero el primer paso es nuestro deseo de conocernos mejor! Porque dentro de todos nosotros hay una fuente inagotable de recursos y cuando pretendemos averiguar qué nos está pasando y tenemos curiosidad por saber sus nombres y cómo afrontar todo esto, es el momento en el que asumimos que somos los dueños de nuestra propia historia. !
Cuando nos ponemos a nosotros mismos en primer lugar, cuando nos miramos a nosotros mismos y honramos nuestra presencia, nos damos cuenta de que ¡Solo tiene sentido ayudar a los demás cuando estamos bien, con una autoestima alta y saludable! ¡No podemos cuidar a alguien si estamos enfermos y terminamos empeorando la situación! ¡Es como querer enseñar algo que no practicamos nosotros mismos!
Cada día estoy más convencida de los beneficios y de la necesidad de cuidarnos! Practicar el amor propio, buscando reflexionar sobre lo que queremos y lo que nos conviene, así como pasar más tiempo con nosotros mismos haciendo lo que nos da placer! Te invito a reflexionar: ¿cuánto tiempo hace que no te tomas un tiempo solo para ti, para hacer el tonto, mirar las nubes, las mariposas o escuchar tu respiración, leer un buen libro, hablar contigo mismo? ¡Hablo mucho solo!
¿Cuándo fue la última vez que te relajaste y te dedicaste a pensar en tus sueños?, desde los más altos como tener independencia económica, tu propio negocio, viajar hasta ir al concierto de tu artista favorito, comer en un restaurante nuevo o comprar una mascota?
¡Se pueden agregar innumerables cosas a esta lista y debe hacer su lista de sueños y establecer metas sobre cómo cumplirlos!
¡Sueño grande! ¡Soñar es muy bueno, es alimento para el alma!
¡Tenga un cuaderno de sueños y cada día elija algo que pueda lograr hoy y hágalo! ¡Da el primer paso como si estuvieras armando un rompecabezas, solo junta las piezas y luego verás la hermosa figura que surgió! ¡Ten fe y paciencia! ¡Con perseverancia hacemos más cosas que quejarnos de las dificultades!
Pon una sonrisa en tu rostro y marcha hacia tus sueños, donde tu alma llama. Todos tenemos un don, una habilidad que podemos desarrollar para nuestro propio bienestar y en consecuencia a favor de los demás, donando lo que hacemos bien, ¡con amor! Transforma vidas, mundos o simplemente hace sonreír a alguien y ¡qué satisfactorio es hacer reír a alguien!
El simple hecho de que soñemos entusiasma y refuerza que cuidándonos cuidamos mejor a los demás y contribuimos a un mundo mejor, aunque sea el nuestro!!! ¡Y eso es maravilloso!
Quieres conocerte mejor, enfréntate a ti mismo y di “¡hola!” para tu mejor amigo de toda la vida!
Combatir la baja autoestima pasa por este camino y quiero compartir contigo mi experiencia y mis técnicas para que este proceso sea aún más gratificante. Te invito a decir ¿Qué haces para subir tu autoestima?
¿Qué te hace sentir bien?