El estrés no solo afecta a tu cerebro y a las personas que te rodean, sino también a otras partes de tu cuerpo. Además de enojarnos, espesarnos e impacientarnos, nuestro corazón también se ve afectado. Los latidos del corazón son cada vez más rápidos y la presión arterial puede subir más allá de lo normal, asà como nuestra respiración, que puede perder el ritmo, haciendo que nuestra resistencia disminuya mucho. Todos estos sÃntomas, entre otros provocados por el estrés, son una puerta de entrada para que entren otras peligrosas enfermedades.
Aunque no se considere una enfermedad, el estrés debe ser controlado por todos, ya que, según la Organización Mundial de la Salud, afecta al 90% de la población mundial. Todos los dÃas tenemos motivos para enfadarnos, pero tenemos que aprender a pasar por alto lo que sucede en determinados momentos, para no hacernos daño en el futuro.
Nos estresamos cuando los desafÃos diarios nos golpean de forma inesperada, provocando emociones negativas más allá de lo que estamos acostumbrados. Tenemos que ser conscientes de que necesitamos controlarnos y que la vida está hecha de contratiempos.
Trate de no tomar todo personalmente, especialmente en el lugar de trabajo. Piense en lo que pasó en la oficina, debe quedarse allÃ. Si alguien habla mal de ti o te maldice, en cualquier lugar, no contrarrestes la maldición y "traga rana".
Puede parecer malo en ese momento, pero será mejor que estar estresado y sentirse enfermo más tarde. También recuerda que no tienes que tener la razón todo el tiempo, a veces es importante escuchar a otras personas y sus opiniones.
Nada malo sucederá si Ud. Relax y deja que la vida te lleve, el control no siempre está en nuestras manos. Intentar tener siempre la razón y controlar todo puede volverse dañino si no escuchamos lo que otras personas tienen que decir para ayudarnos.
- Escrito por Klenair Franklin de Team Me Without Borders.