Lo que me molesta en el otro está sin resolver en mí

Hola queridos amigos, estoy de vuelta. Hoy voy a hablar de un tema en psicoanálisis que se llama proyección y, de entrada, ya les estoy recomendando a todos un documental que está disponible en YouTube llamado “El efecto de la sombra”.

Desde la niñez, algunos autores dicen que desde el vientre de nuestra madre, guardamos en nuestro inconsciente traumas, culpas, penas, tristezas, frustraciones y deseos incumplidos, las llamadas represiones. Cada vez que nos desequilibramos de alguna manera, un residente de nuestra mente, llamado DI, nos impulsa a solucionar el problema, para que podamos recuperar la paz interior.



Resulta que este residente solo quiere placer y, como no podemos permitirnos todo lo que queremos, terminamos tirando estos asuntos sin resolver a nuestra basura interna.

Y así vamos por la vida, sin hacer lo que realmente nos gustaría, ya sea por la preocupación de lo que pensarán los demás, o porque nuestros deseos no están de acuerdo con lo que hemos establecido como valores.

Además de estas represiones que formamos durante la vida, traemos, de nuestro arcaísmo, ciertas tendencias primitivas que generalmente van en contra de nuestros valores. Nosotros hacemos lo mismo con ellos, los echamos más al fondo de nuestra mente, no aceptándonos como somos y, por tanto, no dándonos la oportunidad de cambiar y ser felices. Y la papelera se llena. Y sufrimos.

¿Y qué hacemos entonces? Proyectamos toda esta basura unos sobre otros.

Todo lo que nos molesta en el otro está sin resolver en nosotros. Todos. No hay forma de escapar. La forma de actuar del otro es suya, la forma de reaccionar ante el otro es nuestra, habla de nosotros. Mientras no aceptemos que tenemos sombras para convertir en luz, lastimaremos a las personas, destruiremos nuestras relaciones y nos destruiremos a nosotros mismos.



El otro no tiene la culpa de tu infelicidad, independientemente de lo que haya hecho. Si hizo algo que te molestó y que crees que estuvo mal, mírate y ve si no te gustaría haber hecho como él también, pero no te lo permitas. Puede suceder.

Lo que me molesta en el otro está sin resolver en mí
Iakov Filimonov / 123rf

A menudo juzgamos al otro como envidioso, deshonesto, grosero, insensible. Lo estamos señalando con el dedo, pero ¿cuántos nos están señalando a nosotros? El juicio no habla del otro, solo habla de nosotros. Es sumamente difícil aceptar esto, pero es la única forma en que podemos empezar a salir de la hipocresía, mirarnos y aceptarnos como imperfectos para poder mejorar. No hay manera de cambiar lo que no aceptamos, y si no cambiamos, seguimos sufriendo frustrados porque el otro no es lo que nos gustaría que fuera.

Cuando juzgamos, lastimamos, destruimos, no estamos amando. Y tampoco nos amamos a nosotros mismos, porque negamos una parte de nosotros que necesita ayuda. La proyección nos pasa a todos, se necesita mucho autoconocimiento para identificarla y transformarla.

De nada sirve decir que amas a tu prójimo si lo colocas como inferior, si lo juzgas, si lo torturas psicológicamente pensando que tu estándar es el correcto y el suyo el peor del mundo. Mírate, mira tus actitudes, tus proyecciones, deja de perder el tiempo de tu vida preocupándote por la forma de actuar del otro. Note sus sentimientos y sus reacciones cuando alguien le molesta, o cuando alguien le "hace" algo que le duele. Oblígate a mirarte y trata de entender por qué eso te hizo tan mal, no lo dudes, algo tuyo hay ahí.

No es fácil aceptar esto, pero es la única forma de amarnos de verdad, respetarnos, amar y respetar a quienes están a nuestro lado. No sabemos por lo que pasó el otro, no sabemos del trauma, del dolor, de las frustraciones, de lo que sintió, nada; sólo sabemos lo que él nos permite y tiene el conocimiento para decirnos, y aun eso es muy poco. Ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos, ¿cómo podemos juzgar a alguien? ¿Cómo podemos decir que algo está bien o mal si no somos perfectos?



  • ¡Tus celos pueden revelar mucho sobre ti!
  • Expectativa
  • Aprende a reconocer tus sombras
  • ¿Cómo funcionan las defensas del ego?
  • ¿Te molestó? ¿Dolió? ¡Llévatelo a casa, es tuyo!
  • ¿Qué te molesta del otro?

¡Deja de juzgar ahora! Elige ser feliz y hacer felices a los que te rodean. Vuelve tus dedos hacia ti y abraza tus sombras que necesitan cariño, ayuda y aceptación. No ataques, no proyectes.


La vida se vuelve mucho más simple y liviana cuando comenzamos a aceptarnos tal como somos, ya que la gente comienza a molestarnos menos. Piénsalo y no te avergüences ni te enorgullezcas de buscar terapia que te ayude en este camino que es duro, pero vale la pena.


Un beso en el corazón y hasta la próxima!

Añade un comentario de Lo que me molesta en el otro está sin resolver en mí
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

End of content

No more pages to load