El paradigma ha cambiado y, en España, la cultura ha influido en un cambio del comportamiento humano en sus fases de la vida.

Durante siglos, el niño fue visto como un complemento al trabajo de los padres, trabajando arduamente en la agricultura y la ganadería, entre otras tareas relacionadas con la rutina doméstica.

En el siglo XVIII y principios del XIX, tuvimos una infancia mucho más corta y comenzaron a surgir discusiones sobre el trabajo infantil. Un niño o niña de 18 o 19 años ya trabajaba y era tratado como un adulto en el período de la Revolución Industrial, sometiéndose a condiciones muy duras y difíciles para su edad. Aparece entonces el siglo XX y culmina en tres décadas atípicas, desde los 5 hasta los 6, en las que el niño empieza a ser visto como eso, un niño. Fue tratada y mimada como tal. Los “mimos” continuaron, de otra manera, con los padres comprando tiempo y satisfaciéndola con objetos.



La sexualidad temprana debido a la cultura y el fácil acceso a la información y el contenido fomentó lo que yo llamo el “niño mimado con libertad libidinal”.

El paradigma ha cambiado y, en España, la cultura ha influido en un cambio del comportamiento humano en sus fases de la vida.
Foto de Mohamed Abdelgaffar en Pexels

Hoy en día vemos que la infancia inocente es un período relativamente corto, el niño se asume como un ser sexualizado mucho antes, pero mentalmente no tiene una conciencia real. Nuestros jóvenes son precoces pero a la vez infantilizados por más tiempo. Los adultos son considerados jóvenes por más años y la vejez esconde en sí misma rasgos juveniles que no se veían en el pasado.

Infancia abreviada – La cultura y la mayor cantidad de información (ya sea a través de Internet o de la interacción social), que antes no recibían los niños, combinada con una evolución cerebral acelerada, consecuencia de la evolución tecnológica, jugaron un papel protagónico en este cambio. Esta adquisición de conocimientos hace que el niño reaccione ante estímulos, sexuales o no, que en realidad no conoce, y para los que ni siquiera su cuerpo está preparado. El acceso a la edad adulta y una mayor libertad hacen que el niño tenga prisa por llegar a una etapa de la vida que, cuando la alcance, le hará extrañar volver a ser niño. La infancia adulta también promovió este acortamiento entre fases, entrelazando conductas entre ambas.



Es el “Síndrome de la Puerta Giratoria”. En un bucle eterno.

Siempre en un intento de inmortalizar la fase en la que la felicidad se encuentra en la irresponsabilidad.

El paradigma ha cambiado y, en España, la cultura ha influido en un cambio del comportamiento humano en sus fases de la vida.
Foto de Johan Bos no Pexels

El niño en primera o segunda infancia o incluso en preadolescencia o adolescencia está en la etapa que aún puede disfrutar de muchos beneficios y cuidados.

En el que tienes muchos derechos y pocas obligaciones.

La soledad derivada de la sociedad actual también favoreció la utilización del niño por los propios padres como compañía. Ser adulto es tener forma y contenido para promover y producir apoyo a los más jóvenes. Y no usarlos como antídoto contra la soledad o la depresión.

Adolescencia prolongada: el consumismo ha creado una necesidad financiera que mantiene a los jóvenes más tiempo con sus padres. Las madres, con el reflejo de la soledad, consecuencia de la sociedad actual y debido a los nuevos peligros, como la violencia y las malas compañías, se volvieron más protectoras, induciendo así al niño a ser más dependiente. Las generaciones anteriores tenían toda la seguridad y nada de libertad. La generación actual tiene total libertad y ninguna seguridad. Es necesario detenerse y revisar esta ecuación para encontrar el eslabón perdido y restablecer el equilibrio.

Entre el sí y el no, todo y nada, hay muchos, muchos temas que necesitan discusión.

Los adultos son niños grandes – La cultura y el tema financiero promovieron una situación en la que los hombres podían tener más acceso a mujeres más jóvenes, lo que provocó que adoptaran una cultura de “niños grandes” para “igualar” la edad de su pareja.

Vejez más joven: Internet ha brindado a las personas mayores acceso a una variedad de información. El mundo virtual ya no es exclusivo de los más jóvenes y lo comparten personas de todas las edades. Los mayores ahora están más actualizados y pertenecen al mundo de las nuevas generaciones. La vejez no es tan pesada en el sentido de que se puede vivir con eficacia y ya no se ve como una mera espera del final. La sexualidad misma ha cambiado entre los ancianos. El sexo sigue siendo parte de su experiencia y las citas ya no se ven como un tabú a una edad avanzada. Ser viejo se ha convertido en un número y no en una realidad que necesariamente tiene que vivirse dentro de los paradigmas que vimos en décadas anteriores. ¡Hoy asistimos a una tercera juventud en la tercera edad!



Hay ramificaciones en estas alternancias.

No siempre nos damos cuenta de ser lo que aparentamos y demostramos.

¿Quieres lo que quieres?

Hay relaciones cortas que no son pequeñas.

Pero hay relaciones intensas que han ganado profundidad a través del tiempo y las etapas de la vida. Construyendo lo que somos y mostramos lo que hemos conquistado.

La verdad que nos habita es tan buena para ser vivida en su totalidad.

Se necesita mucha energía para vivir un personaje.

Ser lo que verdadera y genuinamente somos es liberador.

También te puede interesar
  • Reflexionar sobre lo mejor del ser humano. ¡Lee este artículo!
  • Septenios y nonenios: etapas de la vida. Una reflexión sobre cada momento.
  • La salud mental y el modo de vida de los jóvenes del siglo 21. ¿Qué ha cambiado?

Este comienza en la niñez, ya que el proyecto adulto se lanza en los primeros años cuando la semilla conoce sus propios misterios y secretos.



Necesita tiempo, clima y tierra fértil para florecer.

Así somos nosotros.

Necesitamos la familia, la educación, la formación, la sociedad, la cultura.

Somos multifactoriales.

Que seamos conscientes y permitamos que las generaciones atraviesen el tiempo y se desarrollen en cada etapa como el proyecto humano nos brinda, crecimiento, desarrollo, madurez.

De lo contrario, todos estaremos en Neverland, como en la historia de Peter Pan, ¡que no quería crecer!

Añade un comentario de El paradigma ha cambiado y, en España, la cultura ha influido en un cambio del comportamiento humano en sus fases de la vida.
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

End of content

No more pages to load