El término “madre naturaleza” fue muy asertivo para designar este poder natural que nos da vida en el día a día, porque la naturaleza es realmente una madre, que consuela, cuida y nutre. Si analizamos, con profundidad y sensibilidad, los movimientos que se dan en un bosque, podemos ver que todo lo que experimentamos en nuestra vida son movimientos similares, pero en ambientes diferentes.
La hormiga lleva hojas al nido, reservándolas para épocas de escasez; las aves vuelan en busca de alimento para sus crías; los árboles se alimentan del agua de lluvia para mantener su supervivencia y su savia recorre todo su sistema y así producir frutos para pájaros u otros animales e insectos… con su necesidad. De ninguna manera deja de ocurrir la producción, a menos que uno de estos seres ya no tenga vida.
¿Este ciclo tiene sentido para ti? ¿Tiene algún parecido con tu forma de vida? Trabajar es generar un don, es mostrar al mundo lo que sabes hacer y utilizar esta acción en beneficio de alguien que necesita de este servicio. Como una cadena, la persona que te busca también tiene un don, que sirve a otra persona, y así sucesivamente. Uno generando beneficio al otro como en la naturaleza, donde hay mucha abundancia y prosperidad, porque donde hay vida, hay esencia, hay movimiento, hay energía y hay necesidad.
Si crees que estás en un momento no próspero de tu vida, detente, analiza y mira si no estás prestando atención a tu don, qué puedes utilizar para ayudar a alguien más. ¡Lo tienes seguro, lo tenemos todos! Y luego, vigile por un día las actividades de un bosque o un jardín, y vea cómo hay prosperidad, y cómo todo está lleno de vida. Mira como todos los seres de este bosque se nutren, cada uno a su manera, cada uno usando su don, sin necesidad y con mucho equilibrio en este sistema. No tengo ninguna duda de que sus nociones de prosperidad y abundancia cambiarán rápidamente y hacia una perspectiva mucho más positiva y nutritiva.
