¿Qué pasaría si perdieras todo lo que has logrado hasta ahora y te quedaras sin nada? Esto es lo que sucede todos los años, en otoño, con cada uno de los árboles. Las hojas que han crecido y se han desarrollado durante meses se pierden rápidamente. Quedan ramas, poco follaje y troncos retorcidos.
El otoño puede entenderse como una estación que trae destrucción y pérdida. Pero estos dos conceptos no son necesariamente negativos. La diosa india Kali, por ejemplo, es una figura que promueve la destrucción y luego reconstruye todo lo que se ha perdido.
La estación del año caracterizada por la caída de las hojas es, en este sentido, una oportunidad para cambiar lo definido y empezar de nuevo. Los nuevos comienzos no tienen que reservarse para el comienzo de un nuevo año. La llegada del otoño es también una oportunidad para crecer y evolucionar.
Además, el otoño se puede interpretar como un período de transición entre el calor del verano y el frío del invierno. Es cuando la naturaleza se va reorganizando para recibir diferentes condiciones de clima, temperatura y crecimiento. ¿Qué nos puede enseñar esto?
Incluso si los árboles pierden abruptamente sus hojas, el verano todavía necesita más tiempo para recuperarse. La transición del pasado al futuro necesita un presente con comprensión, paciencia y respeto. Hay que respetar el propio tiempo para adaptarse a lo nuevo y aceptar mirar las ramas y no ver las hojas en cada una de ellas.
El otoño puede ser una inspiración para incorporar cambios en las más variadas situaciones de tu vida. A continuación encontrará una serie de reflexiones sobre situaciones que puede estar enfrentando. ¡Respira hondo, prepara un poco de té y abre tu mente!
1) Mudanza
Al igual que los pájaros, que necesitan construir sus nidos en lugares más protegidos cuando los árboles están sin hojas, mudarse de casa puede ser una solución.
Mudarse de casa no siempre es un proceso agradable. Hay muchos artículos para empacar y comprar, además de redefinir la dirección para las empresas y los miembros de la familia. Sin embargo, es un cambio que puede venir a mejor: nuevas energías en el entorno y un nuevo lugar donde echar raíces.
2) Cambio de trabajo
Por difícil que sea salir de casa en los días nublados y fríos, estos momentos son fundamentales para que vuelvan los días azules. Los desafíos de un nuevo trabajo siempre conducen a algo mejor.
Si está comenzando un nuevo trabajo, no tenga miedo de hacer preguntas, señalar sus debilidades y aprender de ello. Los momentos que parecen borrosos te llevarán al escenario donde todo estará iluminado y radiante.
3) Comienzo de una relación
Las hojas de un árbol solo aparecen después de un largo período de crecimiento. Vivir con otra persona es preparar las ramas para recibir los frutos cuando estén maduros.
Comenzar la vida con otra persona es un período de descubrimiento y lucha. Muchas veces, ante diferentes formas de ver el mundo y de pensar, acabamos sintiéndonos distantes de la otra persona. Pero esto es lo que debería unirnos: la armonía de la diferencia.
4) Fin de una relación
Es necesario perder todas las hojas durante la noche para que crezcan nuevas. El final de una relación es solo el comienzo de una nueva vida.
Cuando una relación termina, sentimos que nada volverá a ser como antes o que hemos perdido todo lo que tanto tiempo nos costó conquistar… La verdad es que siempre podemos reconstruirnos y recrearnos, con o sin una persona a nuestro lado. Aprovecha la oportunidad para fortalecerte.
5) Llegada de niños
La llegada del otoño marca la transición entre la vida anterior y la vida futura. Con los niños, el futuro es siempre una sorpresa emocionante.
Un niño siempre cambia la vida de una persona. Es un evento que requiere preparación, cuidado y mucho amor. Es hora de encarnar la maternidad o la paternidad en la persona que siempre has sido y crear ramas cada vez más fuertes para apoyar siempre a tus hijos.
6) Preparativos para un viaje
Rendirse a lo desconocido trae aprendizaje. Esto es lo que podemos ver con hojas que crecen más fuertes después de que las semillas se hayan fortalecido en otoño.
Si un viaje está cada vez más cerca, ten en cuenta que necesitas desnudarte de todo lo que has visto antes. Aprovecha la oportunidad de vivir esta experiencia con libertad y responsabilidad, dejando que el viento fluya a través de tus pensamientos y tu cuerpo.
7) Nuevas amistades
Soltar el pasado es lo que nos permite avanzar hacia el futuro. Junto a nuevos amigos, es aún más fácil.
Construir nuevas amistades puede ser un desafío, especialmente para las personas introvertidas. Sin embargo, este es un proceso fundamental para traer nuevas flores a tu vida, con la certeza de que las ramas estarán firmes y fuertes para recibir todas las novedades.
8) Nuevos estudios
Cuando todo parece oscuro y gris, el conocimiento es lo que te hará saber que en el futuro reaparecerán las flores.
Dedicarse a los estudios es un proyecto de vida, es lo que estimula el conocimiento sobre diferentes formas de pensar, vivir y actuar, es lo que libera a una persona de la ignorancia y lo que le permite ver más allá. El hecho de que el día sea gris no significa que el sol nunca volverá a aparecer.
9) Descubrimiento de una habilidad
No es posible conocer la esencia de un árbol cuando está cubierto de flores. Es en el otoño que sabemos cómo son realmente las cosas.
A menudo no nos permitimos explorar nuestras habilidades. Nos preocupamos por mantener lo que ya hemos construido, rechazando cualquier tipo de cambio. El otoño debe inspirarte a innovar y renovarte para que investigues lo que hay dentro de ti, pero que aún no ha sido descubierto.
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10) Proceso de autoconocimiento
Saber quiénes somos requiere que nos liberemos de todo lo que nos adorna, pero que no nos representa verdaderamente. Deja que tus flores caigan y cambien.
Un proceso de autoconocimiento siempre dará algún tipo de dolor y desapego. Tienes que dejar ir el pasado después de enfrentarte a él. Tienes que esperar que lleguen nuevas flores y que puedan ser incluso mejores que antes.
