1. No esperes caerle bien a todo el mundo
Ni siquiera Jesús complació a todos, ¿por qué tú? No dudamos de que eres genial, pero esperar que le gustes al mundo es infantil y egocéntrico. Somos responsables de lo que cautivamos, pero al mismo tiempo no tenemos control sobre los sentimientos de los demás. Si aun siendo amable, no le agradas a alguien, no te entristezcas pensando en lo que hiciste mal y cómo solucionarlo;
2. No esperes que te vean como un mártir
Siempre estás disponible, no niegas un favor, renuncias a lo que te gusta complacer, perdonas los mayores defectos... ¿Cómo puede alguien ser tan malvado como para no verte como un mártir? Si haces todo esto, lamentamos informarte que no eres un mártir, sino una persona pasiva y egocéntrica, ya que quieres llamar la atención por estar lleno de cualidades. Sea amable, pero lo suficientemente firme como para decir “no” cuando sea necesario;
3. No esperes a que las cosas se solucionen solas
El tiempo ayuda a que las heridas cicatricen. Sin embargo, debemos eliminar lo que trae tristeza, poner límites a las personas que hacen el mal e incluso sacarlas de nuestra vida, si las diferencias son irreconciliables. El destino puede poner oportunidades increíbles en nuestras vidas, sin embargo, no podemos esperar a que alguien reconozca nuestro talento y mérito, necesitamos construir nuestra suerte a diario;
4. No esperes a que alguien te salve
¿Esperas que alguien sienta que necesitas ayuda y venga a salvarte de los males del mundo? ¿Ese mismo alguien te amará y te llevará a una vida de cuento de hadas? Bueno, tenemos malas noticias… ¡Esto es comedia romántica y telenovela! Por supuesto, podemos y debemos pedir ayuda, pero debemos adoptar un enfoque activo para resolver nuestros propios problemas.
No esperar nada de los demás es una característica de las personas mentalmente fuertes. Infórmate de sus otras características.
Texto escrito por Sumaia de Santana Salgado del Equipo Eu Sem Fronteiras.