¿Alguna vez has dicho o hecho algo y alguien te recuerda que está siendo repetitivo? En ese apuro, le haces una pregunta a tu amigo, cambias de tema y luego repites la misma pregunta, porque no prestaste atención a la respuesta y además olvidaste por un momento que ya habÃas hecho esa pregunta. De repente, la gente empieza a advertirte que te estás volviendo repetitivo. No solo lo que dices, sino lo que haces, lo que te hace metódico y, peor aún, rehén de tus hábitos.
Lo que inicialmente era algo inexplicable que ocurrÃa ocasionalmente, de repente se convirtió en un procedimiento repetitivo. ¿Es posible lidiar con eso? ¿Es una enfermedad? Si es asÃ, ¿hay una cura? Bueno, primero, es importante recordar que esto varÃa de persona a persona, es decir, lo más recomendable es que busques un médico, te hagas algunas pruebas e identifiques si es un problema neurológico.
Una actitud sencilla que puedes adoptar es prestar más atención a las cosas. Debido a las ajetreadas rutinas que tenemos todos, a veces es necesario que hagamos una, dos, tres o incluso diez cosas a la vez, por lo que, por supuesto, no siempre es posible ceñirse a todos los detalles de todo. Cuando intentamos mirar el cielo en su totalidad, las estrellas pueden pasar desapercibidas, aunque algunas sean intensamente brillantes.
Otra sugerencia para ayudar con este problema es aprender a organizarse. Trate de tener un diario para anotar la información más importante, para que no se olvide. Una persona que es cuidadosa con sus cosas y, sobre todo, con sus compromisos, acaba realizando sólo acciones que realmente le conducen a sus objetivos. Tú, por ejemplo, no tendrás que repetir la compra de un lápiz si sabes dónde pusiste el que tenÃas o dónde tienes uno de repuesto.
Por mucho que sea necesario, dependiendo de nuestra posición, a veces no es posible abrazar el mundo. Necesita saber cuándo compartir responsabilidades y tener otras personas en las que pueda confiar para hacerlo. Una mente repetitiva es, en cierto modo, un intelecto que se aferra a hábitos metódicos para no perderse en un mar de tareas y deberes. Hacerlo todo no te convierte en un buen lÃder, por lo que es necesario delegar funciones para no atascarte con más pensamientos de los que puedes manejar. De esta manera, es probable que pierdas información importante, necesitando repetir dudas y acciones para recuperar lo que no habrÃas perdido si no hubieras intentado abrazar el mundo.
Texto escrito por Diego Rennan del Equipo Eu Sem Fronteiras.
