Sin embargo Makia nos enseña que debemos concentrarnos. Y que tenemos que elegir bien hacia dónde va nuestro foco, porque, según este principio, lo que pensamos, lo que creemos, lo que decimos cobra fuerza y energía en nuestra vida, y puede ocurrir constantemente.
Para cambiar eso, necesitamos entender cómo funciona este principio. En primer lugar, creemos que las situaciones suceden en nuestras vidas sin ningún tipo de control. Nos levantamos por la mañana y hacemos todo de la misma manera creyendo que, en algún momento, algo cambiará. No prestamos atención a lo que pensamos, lo que sentimos o cómo alimentamos estos sentimientos. Y estamos atrayendo más y más de lo que pasa por nuestra mente y corazón a lo largo del día, dando energía a los eventos que creemos que son solo consecuencias de la vida.
En segundo lugar, creemos que solo pensar en algo atraerá lo que pensamos y esto no es cierto. Con la popularización de la ley de la atracción, confundimos desear con conquistar. Pero Makia habla de enfoque y energía, lo que significa que debemos “energizarnos” y no solo desear algo. ¿Y cómo lo hacemos? ¿Cómo podemos generar energía para que sucedan cosas en nuestra vida? ¿Cómo podemos energizar lo que deseamos?
La respuesta está en la traducción del principio y del que ya hemos hablado antes: enfoque. ¿Dónde está tu enfoque? ¿Hacia dónde diriges tus pensamientos, tus deseos, tus conversaciones, tus sentimientos? Cuando te levantas por la mañana, ¿cuáles son los primeros pensamientos que te vienen a la mente? “Oh no, ¿otro día en el trabajo?” o “¿Agradecimiento por un día más y por todo lo que vendrá en él?”. Cuando hablas con alguien, ¿es tu principal tema de queja o te preocupa compartir alegrías y buenos pensamientos?
Makia nos llama la atención para cambiar eso. Tenemos que cambiar nuestro enfoque. Necesitamos actuar conscientemente todos los días y dinamizar lo que realmente nos importa. Puede que no creas lo que estoy a punto de escribir, pero el mundo es mejor hoy que hace 100 años. Todavía hay guerras, desigualdad e injusticia, pero la evolución de la ciencia y la tecnología ha asegurado más salud y mejores condiciones de vida para un número cada vez mayor de personas. La información es mucho más accesible para todos, al igual que la posibilidad de estudiar. Podemos unirnos y actuar hacia el mundo que queremos de una manera que se habría considerado una locura hace 50 años. Y podemos elegir centrarnos en eso. Centrándonos en lo que nos fortalece, en lo que nos hace sentir bien y que nos permite acceder a la fuerza divina que llevamos dentro.
Además, para Ho'oponopono, lo que sucede en nuestras vidas está completamente bajo nuestro control. Siempre podemos purificar los recuerdos y actuar sobre las áreas que queremos cambiar. Cuando hacemos eso, podemos dirigir nuestro enfoque hacia el bien y podemos vibrar mejor, atrayendo más y más cosas buenas. Y, lo más importante, podemos acceder más fácilmente al Amor que hay en cada uno de nosotros. Y nos volvemos más cuidadosos con lo que pensamos de nosotros mismos. Nos volvemos más amorosos con nosotros mismos y vibramos este Amor, beneficiando también al mundo.
Por lo tanto, mi invitación para hoy es esta: aprendamos de Makia a dirigir nuestra energía, nuestros pensamientos y nuestro amor a lo que realmente nos hace bien. Y de ahí recogeremos los frutos como hermanos que somos, porque, para Ho'oponopono, lo que beneficia a uno, beneficia a todos.
Y así es.
Aloha!
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