¿Alguna vez has leído un libro que te cambió la vida? ¿Alguna vez te preguntaste cómo sucedió esto? ¿Alguna vez te has parado a pensar que si un libro puede cambiar tu vida, por qué no el mundo? La lectura es un hábito que conlleva varios beneficios, todos lo sabemos, pero funciona con algo muy poco explorado: una imaginación.
Cuando estás leyendo una historia, inmediatamente imaginas todo el escenario y los personajes, y a medida que se desarrolla, te involucras, todo gracias a tu imaginación. Las palabras te guían, pero es lo que te mueve. Sí, la imaginación es una fuente increíble de creatividad, pero va mucho más allá.
Una buena historia te involucra, te identificas con un personaje y, cuando eso no sucede, por el poder de las palabras, observas otros puntos de vista e incluso te pones en el lugar de un personaje completamente diferente a ti. ¿Quién no sintió misericordia por Draco Malfoy cuando dudaba en matar a Dumbledore? Con esto llegamos a un punto crucial de la lectura: nos permite crear empatía.
La empatía es ese sentimiento y capacidad de sentir y ponerse en el lugar del otro. Esta es una fuente inagotable de sabiduría, además de ser un punto crucial en la construcción de un mundo mejor, ya que, con más empatía y menos juicio, creamos espacios para un diálogo serio, armónico y desprejuiciado. Podemos aprender sobre la vida, sobre experiencias que nunca hemos vivido, con solo escuchar o leer sobre algún caso y esto abre infinitas posibilidades de aprendizaje. Y lo mejor de todo: nos deshicimos de ese concepto de que “hay que sufrir para aprender”.
Para que un libro cambie la vida de alguien, debe estar bien escrito, no necesariamente una historia, solo necesita estimular su imaginación. Puede ser una noticia de guerra que te lleve a valorar la paz de tu vida diaria, puede ser un libro de autoayuda que te haga reflexionar sobre tus actitudes, puede ser una biografía que te inspire a ser alguien mejor, puede ser una libro de filosofía que te lleva a reflexionar sobre las cuestiones más profundas del ser humano. Y, por supuesto, puede ser un libro de ficción, de cualquier género, que te transporte a un mundo diferente al tuyo, un viajecito rápido al sabiduría detrás de las buenas historias. ¿Y por qué no un viaje a un mundo mejor?
Indicación: Para aprender e inspirarse más sobre el poder de la imaginación, recomiendo ver el discurso de graduación de JK Rowling en Harvard:
