Perderá la autoestima unas pocas veces y no con la suficiente frecuencia, tal vez por razones verdaderamente ridÃculas. â €
También te odiarás por ello.
Sin embargo, puede que regreses más convencido de estos deslices fatales de tu condición mortal. Quizá vuelvas más consciente de tu importancia en el mundo, de tu función, de tus pañuelos, de tus documentos, de ti mismo. Asà que cuenta contigo, amigo. Porque en la calle, bajo la lluvia o en la finca estarás ahÃ. Porque tu instinto de supervivencia te obligará a respirar y sacar fuerzas incluso cuando tu alma esté en el punto más bajo de tu existencia. ¿Por qué no contar con usted? Cuente consigo mismo. hablar. SintonÃzate contigo mismo. cree en ti mismo.
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SÃ, lo sé, las personas son encantadoras en sus formas geométricas y emocionales. Algunos solo de lejos. Otros solo de cerca. Otros no son ni lo uno ni lo otro: son solo adornos. Aparecen como figuras de colores y si las dejas pasar a tu vida con cierta suficiencia, se creen responsables de despertar algún interés o de dar vitalidad a tu supuesto mundo en blanco y negro. Pero tu mundo no es blanco y negro, olvÃdalo. Tal vez solo necesites algunos discos, tatuajes, algunos libros, cristales o no tan lejos. Quizás solo necesites abrir las cortinas, mirar hacia afuera (o hacia adentro) y contar contigo. No subestimes el cliché. Hay cosas maravillosas -y de los colores más irreflexivos- en tus rincones, amigo.