Esto significa que no necesariamente tenemos que respaldar los principios de la Astrología, pero no podemos calificar todo este estudio antiguo como mera superstición sin antes conocerlo. Debemos acercarnos a los textos recopilados a lo largo de cientos de años, reconociendo que expresan, en el lenguaje adecuado a la época en que fueron escritos, todo lo que había de más profundo en la observación práctica del ser humano y de sus características generales.
Cabe señalar que la Astrología, durante mucho tiempo, estuvo ligada a la observación de las estrellas, diferenciándose apenas de la Astronomía. Con el avance de la investigación científica, la Astrología comienza a ser menospreciada, por interpretar los elementos cósmicos de manera simbólica, uniendo el movimiento de los astros al posible efecto que ejerce sobre los seres humanos.
Paulatinamente se fue ampliando y profundizando la visión y comprensión de la dimensión psicológica del ser humano. Pero algunos estudiosos dirigieron su atención al conocimiento astrológico, deshaciéndose de prejuicios, enfrentando la presión del mundo científico y encontrando allí una fuente inagotable de sabiduría.
En una carta astral, todo comienza con el momento exacto del nacimiento. Es cuando el niño inicia su ritmo de vida, de acuerdo a las energías Universales. Así, cada individuo tendrá la tarea de tratar y dirigir estas energías que están presentes en su carta natal. Esto da un vuelco a la tesis del determinismo, ya que cada uno de nosotros tiene la obligación de conocer nuestros aspectos menos favorables y esforzarnos por mejorarlos.
Los signos zodiacales también se conocen como “campos de energía”, “patrones arquetípicos”, “principios formadores universales”, etc. Las ideas de arquetipos de Jung se pueden aplicar a estos patrones de energía. El arquetipo funciona como un punto de concentración de energía; en él toman forma configuraciones similares, y serían comunes a todos los seres humanos, heredadas y repetidas a través de milenios.
Muchas culturas incluyen los cuatro elementos básicos de la Naturaleza en sus tradiciones filosóficas, religiosas y mitológicas. En ocultismo, los elementos se correlacionan con los cuerpos sutiles del ser humano, o "campos de energía interpenetrantes", siendo las fuerzas básicas que dan vitalidad a cada uno de estos cuerpos.
En la Naturaleza, los cuatro elementos de la Astrología (tierra, aire, agua y fuego) son los bloques primordiales para la construcción de estructuras materiales y orgánicas. Cada elemento representa un tipo de energía y conciencia que opera dentro de cada uno de nosotros. Todos están presentes, aunque cada persona está más sintonizada con un tipo de energía que con otro. Veamos a continuación las principales características de cada elemento y su influencia:
Fuego
El elemento Fuego, en la Medicina Ayurvédica, es el principio cálido y energizante del sistema circulatorio/digestivo. Está relacionado con el cuerpo etérico o vital (también conocido como el “doble etérico”, en Parapsicología). Jung relacionó el Fuego con el núcleo dinámico de la energía psíquica (libido), que fluye espontáneamente. Los signos de fuego (Aries, Leo y Sagitario) ejemplifican la decisión, la confianza en uno mismo, el egocentrismo y el entusiasmo.
AR
Se relaciona con el sistema nervioso, la sensación mental, la percepción y la expresión. Activo en el cuerpo mental (o causal), representa la conciencia sintonizada con los patrones abstractos de pensamiento de la Mente Universal. Los signos de Aire son: Géminis, Libra y Acuario. Por lo general, se centran en ideas y teorías abstractas, expresadas en las artes, las palabras y los estudios.
AGUA
Es el principio calmante, curativo y nutritivo. Está relacionado con el cuerpo emocional (o astral). Representa emociones y reacciones profundas, y puede tener una fuerte intuición. La conciencia está dominada por anhelos intensos, reacciones imperiosas de sentimientos y deseos. Los signos de Agua son: Cáncer, Escorpio y Piscis.
TIERRA
Relacionado con el cuerpo físico y sintonización con el mundo de las formas físicas y materiales necesarias para el mantenimiento del cuerpo. Aporta cautela, resistencia y persistencia, manteniendo el foco en la realidad y desconfiando de todo lo que no es práctico. Los signos de este elemento son Capricornio, Tauro y Virgo.
Referencias
“Astrología, Psicología y los Cuatro Elementos” – Stephen Arroyo – Pensamento
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