Toda la naturaleza, las mareas, los cultivos, los animales y también nuestro ciclo menstrual están influenciados por las fases de la luna. Cada fase lunar nos brinda aspectos estimulantes y desafiantes de nuestra propia personalidad, cambios de humor, energÃa, libido y productividad. Somos cÃclicos, como la luna, y el conocimiento de estas influencias nos aporta autoconocimiento y autonomÃa.
La luna, como sabemos, tiene cuatro fases: creciente, llena, menguante y nueva. Estas fases están asociadas con las cuatro fases de la Diosa: doncella, madre, hechicera y anciana.
Luna Creciente y la Diosa Doncella
Esta fase corresponde a nuestra fase preovulatoria y está asociada a la primavera, ya que, al igual que la luna, la energÃa va ascendiendo, al igual que la libido, la creatividad y la feminidad. Fase ideal para iniciar nuevos proyectos y experiencias, la vitalidad fÃsica y mental fortalece la independencia y el coraje. Esta fase corresponde a la parte activa de nuestro ser, la fase de siembra. La acción es lo que mueve a la doncella.
Luna Llena y la Diosa Madre
En este aspecto la luna alcanza su ápice, la fase corresponde a nuestro periodo de ovulación. El arquetipo de la gran madre, cuidadora, protectora y acogedora se manifiesta con gran intensidad en esta fase. Es hora de nutrirse, ya sea un proyecto, un sueño, un jardÃn o una rica comida.
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Es tiempo de cosecha y corresponde al verano, la energÃa sexual está en su apogeo, al igual que la feminidad. Menos activos que en la fase de doncella, aquà esparcimos energÃa y luz por el mundo, como la luna llena. La crianza es fundamental para el arquetipo de la madre.
Luna menguante y la diosa hechicera
Esta es la fase lunar más desafiante para la mayorÃa de las mujeres ya que corresponde a la fase PMS (tensión premenstrual) o como prefiero decir TPM - tiempo para mÃ. En esta fase es común que empecemos a recobrarnos un poco más, volvernos más introspectivos y enfrentar nuestras sombras de frente para que se transformen en la próxima Luna.
En este perÃodo, la distancia entre el consciente y el inconsciente se hace más pequeña y esto nos da la oportunidad de sacar a la luz nuestra oscuridad y, de esta manera, sanar y acoger nuestro lado oscuro. La fase de la Diosa Hechicera está asociada con el otoño.
Al igual que la naturaleza, es importante soltar las hojas que ya han caÃdo, momento de gran evolución y autoconocimiento. En esta fase estamos más conectados con la naturaleza, con la magia y con lo oculto. Para la Diosa Hechicera, la retirada es esencial.
Luna Nueva y la Diosa Mayor
En esta fase la Diosa viene como bruja, señora de los misterios y la sabidurÃa y también Diosa de la Vida, la Muerte y la Curación. Corresponde a nuestro perÃodo menstrual. Esta fase lunar está relacionada con el invierno, en el que el aislamiento y el recogimiento son necesarios para que se produzcan las grandes transformaciones internas.
Es la fase lunar del desprendimiento, en la que todo lo que ya no nos cabe necesita ser limpiado y transformado. Como en la naturaleza, en invierno los animales se retiran y el silencio es profundo.
También es necesario profundizar en nuestro ser para que podamos renovar energÃas para los próximos sueños, proyectos y logros que crecerán con la próxima Luna. Transformar es lo que gobierna la fase de la Diosa Mayor.
¡MÃrate, conócete y transfórmate!