Amor o indulgencia: ¿su relación merece una segunda oportunidad?

Muchas veces, por miedo a la soledad, mantenemos relaciones ya desgastadas, que han terminado hace mucho tiempo. Cerramos los ojos a nuevos amores, nuevas oportunidades, nuevas historias, todo por comodidad.

Cuando ya no hay espacio para el diálogo, cuando falta la comprensión y el cariño, o cuando la confianza se ha perdido por mucho tiempo, ¿realmente vale la pena continuar en una relación en la que no quedan más que los recuerdos del pasado?

No es raro ver parejas que permanecen juntas por el bien de las apariencias o simplemente por la falta de coraje de ambos lados para separarse. A menudo se pelean o, peor aún, ni siquiera son capaces de gastar energías discutiendo, dejando pasar la vida.



¿Todavía hay amor, o es lo único que mantiene unida esta relación? En este artículo entenderemos las razones que hacen que una pareja permanezca unida aún cuando no queda nada que compartir.

miedo a estar solo

Tanto ese concepto de la pareja perfecta en las historias de amor –el famoso “vivieron felices para siempre”– como el hecho de que simplemente nos acostumbremos tanto a la presencia de alguien que no podemos imaginar nuestra vida sin él, hace que mucha gente tenga miedo. termina tus días solo.

¡Pero eso no tiene que ser real! Primero, porque el mundo está lleno de gente interesante con intereses compatibles con los nuestros. Segundo, porque somos seres humanos completos, únicos y autosuficientes, y no necesitamos a nadie para ser felices.

Amor o indulgencia: ¿su relación merece una segunda oportunidad?
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Por supuesto, compartir nuestra vida con alguien es algo muy válido y bienvenido. Sin embargo, no debe ser nuestro principal objetivo. Una relación exitosa puede tener un principio, un medio y un final. La gente cambia, la vida cambia.



Seguir viviendo bajo el mismo techo con alguien a quien ya no se quiere es priorizar la infelicidad por miedo a darle una oportunidad a lo nuevo.

Consejos sobre cómo saber si todavía hay amor

Entiende si todavía hay amor en la relación o si la rutina ha dejado paso a la comodidad.

1 – Reflexionar sobre la relación

La pregunta debe ser sencilla: "¿Todavía quiero estar con esta persona?" Si afloran pensamientos como el deseo, la añoranza o el cariño, es porque todavía hay amor. Por otro lado, si la respuesta es en relación a los hijos, problemas económicos o alguna ayuda que la persona te haya brindado en el pasado, puede ser una señal de que recién estás acostumbrado a la presencia de esa persona y ya no. verlos con amor. .

2 – Observar el día a día

Si las sorpresas románticas son más escasas, si no hay momentos de intimidad entre la pareja o si las muestras de cariño quedan atrás, es señal de que sois más amigos que pareja. O peor aún, solo dos personas compartiendo el mismo espacio. Cuando hay amor, hay voluntad, pasión, ganas de agradar. Si todo se convirtiera en un gran “lo que sea”, tal vez estés atrapado en los grilletes de la complacencia.

3 – Discusiones interminables

Cuando las discusiones se vuelven numerosas y parecen no tener fin, es decir, tan pronto como se resuelve un desacuerdo, comienza otro, es porque el amor ya abandonó ese barco. Una pareja necesita escucharse, entenderse, y cuando tener razón parece más importante que ser feliz es porque esa situación es tan cómoda que ni siquiera hay un esfuerzo de ambas partes para resolver los problemas que surgen.



4 – “Y tu relación, ¿cómo es?”

Cuando alguien pregunta sobre tu relación, compromiso o matrimonio, y no sabes muy bien qué responder, o respondes con evasivas, es otra señal de consuelo. Cuando amas a alguien, quieres gritar desde todos los rincones de tu amor. Si no estás tan interesado en si estar en esta relación significa lo mismo para ti o no, es una señal de que la relación es demasiado cómoda.

5 – Piensas en otra persona

Si piensas, coqueteas o sientes algo por otra persona, es una indicación de que no hay nada más que autocomplacencia en tu relación actual. Estás con esa persona solo por estar, pero tu corazón late más rápido por otra persona.

Señales de que la relación ha entrado en la complacencia

Si prefieres salir solo o con amigos, pero sin la compañía de tu pareja, si tomas decisiones importantes sin hablar con él, o si ambos ya no hacen planes juntos para el futuro, esto denota que los dos no tengo nada más que compartir. .

Aunque es importante mantener la individualidad de cada uno, para que una relación se mantenga fuerte e inquebrantable, uno necesita confiar en el otro. Si hay falta de diálogo –y eso significa hablar de temas profundos e importantes, y no solo de bromas–, es necesario reevaluar si esta relación sigue valiendo la pena o no.

Amor o indulgencia: ¿su relación merece una segunda oportunidad?
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Ahora, ¿alguna vez has pensado en separarte, pero cuando piensas en la situación financiera de ambos, te rindes? ¿Usted y su pareja están financiando una casa juntos, comparten las facturas del hogar y la crianza de los hijos, o la idea de tener que mudarse de nuevo a la casa de sus padres o compartir todos los bienes que han ganado juntos le causa estrés?



Este es uno de los mejores ejemplos de una relación que solo sobrevive gracias a la autocomplacencia. No hay nada que no se pueda resolver en materia económica que justifique mantener una relación fría, frágil y distante.

¿Segunda oportunidad?

Si después de reflexionar sobre todas estas preguntas sientes que tu relación merece una segunda oportunidad, ¡está bien! Habla con tu pareja, trata de resolver asuntos pendientes y comprende en qué momento ambos entraron en esta zona de confort. Primero, es necesario entender que no hay un solo culpable en esta historia. Busque en sus actitudes los cambios necesarios para mejorar la relación.

Sin embargo, ser feliz solo no debe verse como un fracaso. Una relación sólo tiene sentido si hay intercambio, cariño, amor y complicidad. Si aun con el esfuerzo de ambos entienden que el amor ha cambiado, se ha transformado, este es el momento de que cada uno siga su propio camino.

Cierre de ciclos

No dejes que ningún área de tu vida se asiente. El ser humano siempre está evolucionando, cambiando su forma de pensar y actuar, estudiando, creciendo, aprendiendo, etc. Si compartiste hermosos años con alguien, pero hoy ya no te ves feliz con esa persona, ve y deja ir al otro también.

Amor o indulgencia: ¿su relación merece una segunda oportunidad?
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La vida pasa rápido y no podemos quedarnos atrapados en un tiempo que ya no existe. Cuando terminamos un ciclo, decimos adiós a una parte de nuestra historia, pero también decimos hola a un nuevo mundo de posibilidades.

Una relación amorosa necesita construirse con cariño, cariño, respeto, amistad, cuidado, sinceridad, responsabilidad, pasión y muchos intereses comunes. Tampoco podemos cobrar al otro por lo que ya no podemos entregar.

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Es importante ser honestos con los demás y con nuestros sentimientos. La autocomplacencia no nos lleva a nada, solo pospone momentos por vivir. El amor necesita cuidados, día tras día, y no ser olvidado en ningún rincón.

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