Es necesario priorizar lo que realmente quieres, de hecho, íntimamente. ¿Una dieta no tan estricta sería más saludable, pero, por otro lado, una vida menos agitada? ¿Y los niños? ¿Alguna vez te has detenido a preguntarles si prefieren tu compañía o las montañas de regalos, viajes y más?
Es un texto para nuestra reflexión. Ya se sabe que no importan tanto las respuestas, sino hacer las preguntas correctas.
¿Es realmente necesario vivir corriendo de un lugar a otro, o ha creado demasiadas expectativas con las tareas y roles que hay que desempeñar sin un análisis riguroso que es realmente urgente?
Date cuenta que los niños crecen y este tiempo de loca ausencia buscando llenar espacios no volverá. ¿Somos héroes o egoístas encerrados? ¿Queremos lo mejor para nosotros, para los nuestros o queremos impresionar a las personas equivocadas? Buscamos títulos, dietas, salidas imperdibles, reuniones semanales, mientras nuestro flujo de vida se desvanece poco a poco.
Confieso que hacer los ajustes necesarios es incómodo, pero poco a poco muestran un resultado más satisfactorio. Porque no es el número de tareas lo que importa, sino saber seleccionar las más importantes. No es fácil, duele al principio, crea dudas para elegir el adecuado: calidad y no cantidad. Genera malestar por no seguir la masa. Pero el resultado personal de más equilibrio, aunque gradual, en ti y en las personas que realmente importan, ¡vale la pena!Quizá te interese otro texto del mismo autor. Acceso: Una buena relación también traerá dolor
