¿Tiene usted el hábito de hablar con Dios?

Ante la agitada rutina entre noches de insomnio y apretadas agendas divididas entre el trabajo, el estudio, la familia, las relaciones amorosas, el compromiso con los amigos entre otras tareas diversas, ¿alguna vez te has detenido a reflexionar si te queda algún momento del día para agradecerte por todo? estas oportunidades proporcionadas por la divinidad?

¿O es que los momentos que se deberían agradecer se están reconduciendo a cargos, lamentaciones, quejas físicas diversas, quejas de todo tipo posible…?


¿Tu lista de cosas que no funcionaron está creciendo? Muchas veces te has preguntado “¿por qué me pasó esto a mí? ¿Por qué soy el único que está pasando por esto? ¿Por qué las cosas no son más fáciles? Dios, ¿por qué…? Porque…? Y no satisfecho…, ¿por qué…?”, si te identificaste, te invito a una rápida reflexión con esta lectura.


¿Tiene usted el hábito de hablar con Dios?

No estoy aquí para juzgarte, ¡es normal y perfectamente comprensible que quieras que las cosas salgan bien! Sí, todos queremos dibujar planos, hacer proyecciones y verlas realizadas en el tiempo y espacio que determinemos, ¿correcto?

Al fin y al cabo somos buenas personas, buscamos escucharnos siempre que podemos, ayudar a los demás, dentro de nuestras limitaciones, nos dedicamos a la familia todo el tiempo que podemos, a trabajar con toda la energía que creemos tener, hacemos lo mejor cada día, dentro de lo que entendemos que es el ideal, nada más justo que querer que todo funcione, ¿no?!

Démonos cuenta, con mucha transparencia, ligereza y honestidad, ¿realmente no vemos lo egoístas, egocéntricos, codiciosos y controladores que somos? Tratamos a la divinidad como si fuera un empleado nuestro con un tiempo para emprender el camino, tareas y rutinas diarias y lo peor, sin tiempo para terminar, esos trabajos esclavos que tienes tiempo de llegar, pero no tiempo de irte. , es decir, Dios tiene que estar a nuestra disposición, viendo cómo construimos el razonamiento para que suceda cierta cosa y luego va allí y simplemente ejecuta, todo a tiempo, porque los involucrados no pueden esperar más de lo establecido. ..



¿Tiene usted el hábito de hablar con Dios?

Difícil eh?!

Es difícil pensar en esta analogía, ¿no es así?

Ahora imagina a Dios, creador del Universo, mirando desde lo alto, todo ser vivo (porque además del ser humano, las plantas, los animales y todos los demás seres vivos también tienen necesidades y necesitan unas condiciones mínimas para sobrevivir) queriendo cosas que los beneficien (porque suelen ser varias cosas a la vez) y está tratando, quizás, de resolver lo que es prioritario para la comunidad como el hambre, la guerra, la destrucción del medio ambiente, la intolerancia religiosa, de género y/o racial, entre muchas otras razones muy críticos (debería ser el mismo criterio para todos, pero en esencia somos hipócritas y no nos damos cuenta de eso), cuestiones que son realmente muy graves, mientras nosotros, no podemos ni pensar en ello porque siempre estamos preocupados por nosotros mismos ..., bastante complejo, ¿no?

Solo pensemos por un momento, si tuviéramos la oportunidad de ser Dios por un día, en este contexto, ¿qué haríamos? Si por un momento nos pusiéramos en este lugar, mirando, desde afuera o desde arriba, todo este caos social que destruye la creación divina (el Planeta, hablando de nuestra realidad), ¿qué pensaríamos de nosotros mismos?

¿Tiene usted el hábito de hablar con Dios?

¿Te ves diminuto? ¡Así es!

Ressalto que toda essa leitura não tem o objetivo de inviabilizar projetos, decerto que não, precisamos planejar, ter objetivos, estabelecer prioridades, inclusive para buscar nossa melhora e dar continuidade ao propósito de evolução, mas vamos trazer toda a responsabilidade dos nossos atos para nós , ¡¿que tal?!

Tratemos de pensar en nuestros errores, tratemos de ampliar nuestra mirada, busquemos tener más empatía y paciencia, ¿ustedes que opinan? Así estaremos haciendo un ejercicio diario de autoconocimiento y esta práctica nos alejará de lo que sabemos que no debemos ser, también nos alejará del deseo de conquistar lo que no necesitamos tener y como un plus seguimos intercambiando experiencias con todos los que nos rodean, y lo que fue un lastre, poco a poco, se va haciendo más ligero para nosotros y para quienes nos acompañan en este extraordinario camino de esta vida.



Además, tengo una propuesta más muy simple: ¿qué les parece dar muchas más gracias, cada día y por cada momento, siempre que podamos, redirigir los momentos que antes eran de queja, reprogramando nuestra mente para tener gratitud por el enseñando, aprendiendo, por la limitación que nos prepara para lo que está por venir, por lo que no fue conquistado no por falta de mérito y mérito, sino por no ser lo que necesitábamos en ese o este momento, agradecer y reflexionar: en qué puedo mejorar frente a esto? Gracias de nuevo por la reflexión, por la comida, la vivienda, la ropa, y cuando pidamos, recordemos que lo más importante es ser mejores personas para cuidar incluso de los que no tienen la oportunidad de tener qué comer, llevar y/o donde vivir, siendo conscientes de que cada uno pasa por lo que necesita y seguros de que Dios está en todo y nunca nos desampara!

Que siempre seamos agradecidos y pidamos sabiduría, amor, paz y todas las mejores vibras para el Planeta, el Universo, ¡esto seguramente repercutirá en nosotros!

Hablemos más con Dios, agradeciendo a Dios, aun por nuestras limitaciones, son las que nos deben motivar diariamente a ser personas más justas, amorosas, humildes, disponibles, altruistas...

Gracias, gracias y gracias,…!

¿Tiene usted el hábito de hablar con Dios?
También te puede interesar
  • Soltar lo que ya no nos sirve
  • ¡Morir para vivir, esa es la cuestión!
  • El poder curativo de las constelaciones y las autoconstelaciones

Si no tienes la costumbre de hablar con Dios, con sinceridad, sin orgullo, con la energía de aceptar tu dolor con gratitud y resiliencia, no te preocupes, él nunca se da por vencido con nosotros y espera el tiempo que sea necesario por nosotros. estar listos, y de ahí en adelante sabremos cuán fuertes y capaces somos, nuestra forma de pensar y actuar cambiará, en consecuencia, nuestra energía cambiará, simplemente ante el nivel de confianza que lleguemos a depositar en el creador , ¡seguro de que nos prepara algo maravilloso a lo que tendremos acceso sólo cuando estemos preparados!



Es hora de empezar a prepararse, ¿no es así?

Gratitud, gratitud y gratitud,…🙏🏻

¡Ese debe ser nuestro lema hoy y siempre!

¡¿Vamos allá?!

Añade un comentario de ¿Tiene usted el hábito de hablar con Dios?
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

End of content

No more pages to load