Término budista: sé dueño de tu mente

    “Nuestra vida es una con el Buda eterno. El Buda no es más que nuestra propia vida. Cuando tenemos esta gran confianza, nunca estamos en un callejón sin salida. Avanzamos sin límites, superando todo sufrimiento, toda tristeza y toda inercia. […] No hay nada en nuestras vidas que no hayamos cambiado radicalmente para mejor” – Daisaku Ikeda.

    La expresion “Sé dueño de tu mente” fue aclarado por el Buda Nichiren Daishonin a sus discípulos en el siglo XIII, quienes cuestionaron si el budismo era de hecho su salvación.

    Él dijo: "El Sutra dice que debes convertirte en el amo de tu mente en lugar de permitir que tu mente te domine".



    Por lo tanto, sus discípulos decidieron nunca ser derrotados por sus debilidades. Trayendo este tema al presente, nuestras debilidades internas como el desánimo, la ira, la tristeza, la envidia y todo tipo de sentimientos negativos que retrasan la vida misma y solo producen negatividad, viven “en nuestra mente”.

    Todo parte de nosotros y vuelve a nosotros, y nuestra mente es la “caja” que almacena y produce pensamientos, palabras y acciones, sean buenas o no.

    El filósofo Ikeda señala: “La mente humana es sutil. Cambia según el momento y en respuesta a diversas circunstancias. Si hacemos de nuestra mente, que siempre está cambiando, nuestra maestra, será difícil seguir un camino de avance seguro y continuo. En cambio, debemos confiar en la Ley. Debemos hacer de la Ley nuestro maestro y tomar como parámetro y ejemplo a un correcto practicante de la Ley. La forma de manifestar la Budeidad radica en la actitud de buscar la Ley con un solo deseo sincero, y en 'desear ver al Buda' con esa misma pureza y seriedad”.


    Término budista: sé dueño de tu menteLa respuesta a una vida llena de control mental comienza con la oración (o la meditación). De esta forma, tras el primer paso dado, son necesarias acciones para alcanzar este objetivo día tras día:


    Objetivo: Elabora listas de metas y tareas que se deben realizar a corto, mediano y largo plazo. Cuando te despiertes para dormir, sé fiel a tus objetivos. No pierdas el foco. Siempre que sea posible, preferiblemente una vez al día, lea sus metas. Tu mente las reafirmará y estarás siempre en acción;

    Acción: Recuerda que las acciones concretas conducen al logro de las metas. Si desea comprar un automóvil nuevo, deberá ahorrar dinero, ahorrar gastos y tal vez vender el viejo, por ejemplo. No se trata de milagros o sorpresas. Debes actuar de acuerdo con tus principios y creencias;

    Optimismo: Cree que tienes el poder de cambiar toda tu realidad. Eres invaluable para ti mismo y para los demás. Siempre recuerda esto. “Optimismo con los pies en la tierra” nos hace ver la realidad y la oportunidad de cambiar siempre a mejor;

    Atención: Daniel Goleman es psicólogo y PhD de la Universidad de Harvard. Afirma en su libro “Focus” que cuando nuestra mente está en un estado ideal, ese estado en el que te sientes útil y preparado, somos capaces de hacer las cosas dando lo mejor de nosotros:

    “Este estado ideal del cerebro para hacer bien un trabajo está marcado por la armonía neuronal, una rica interconexión de diferentes áreas del cerebro. En este estado, los circuitos necesarios para la tarea en cuestión están muy activos mientras que los irrelevantes permanecen inactivos, con el cerebro dirigido precisamente a las demandas del momento. Cuando nuestro cerebro está en esa zona ideal, nos entregamos, actuando de la mejor manera posible cualquiera que sea nuestra meta” (Revista Mente e Cérebro, mar. 2014, p. 54).


    El budismo enseña que reconocer el valor de nuestras vidas, la naturaleza y la vida de las personas, hemos logrado superar las barreras de la mente y el corazón, eliminando día tras día los pensamientos y sentimientos negativos. Es un trabajo diario y preciso. El individuo que se valora en estos esfuerzos será siempre dueño de su propia mente, trazando sus caminos en base a la felicidad individual y colectiva.


    “La mente humana es sutil. Cambia según el momento y en respuesta a diversas circunstancias. Si hacemos de nuestra mente, que siempre está cambiando, nuestra maestra, será difícil seguir un camino de avance seguro y continuo. En cambio, debemos confiar en la Ley [orar/meditar]. Debemos hacer de la Ley nuestro maestro y tomar como parámetro y ejemplo a un correcto practicante de la Ley. La forma de manifestar la iluminación individual existe en la actitud de buscar la Ley con un solo y sincero deseo, y hacerte dueño de tu mente.” – Daisaku Ikeda.



    Texto escrito por Bruno Melo del Equipo Eu Sem Fronteiras.

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