¿Solo te sientes feliz cuando estás delgado?

El mundo parece ser para los delgados. ¿Te sorprendió la declaración? Así que echa un vistazo a las webs y revistas sobre el mundo de las celebrities: 'Famous muestra buena forma perdiendo 5 kilos', 'Famous cuenta sus trucos para mantenerse siempre delgada', 'Haz la dieta ortomolecular y adelgaza ya'. Tales frases están estampadas en Internet y en publicaciones.

Sin embargo, la delgadez no siempre fue una obsesión. Hubo un tiempo en que solo los nobles comían tres comidas al día y mostrar las manijas del amor era un signo de riqueza y salud. El arte también exaltó la grasa. El lienzo 'Las Tres Gracias', de Peter Paul Rubens (1635), representa a tres muchachas de caderas anchas y muslos gruesos. Hoy, con más formas de almacenar alimentos, resistir la tentación y ser delgado es una señal de éxito.



obsesión por la delgadez

España es el país que más productos consume y realiza procedimientos estéticos. Anualmente, se realizan cerca de 2 millones de cirugías, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética. Una encuesta realizada en 2013 por el IBGE (Instituto Españoleiro de Geografia e Estatística) revela que las niñas en el 9º año de la escuela primaria estaban preocupadas por su peso. En el mundo, el porcentaje de muertes por anorexia en jóvenes entre 15 y 24 años es casi 15 veces mayor en relación a otras enfermedades.

Moneda de cambio

Para las mujeres, la apariencia es moneda de cambio, según la nutricionista Paola Altheia, creadora del blog 'Não Sou Expo'. El sitio argumenta que la verdadera belleza proviene de la autoestima. A magreza, essa moeda de troca que muita gente almeja, é conquistada com dietas restritivas, que não atendem as principais necessidades nutricionais – segundo pesquisa da Universidade Federal de São Paulo (Unifesp), feita em 2002, com as 112 dietas publicadas nas revistas españolas en el periodo.



¿Solo te sientes feliz cuando estás delgado?

El papel de las redes sociales

Las redes sociales ayudan a difundir el mito “delgadez = felicidad”. Quienes son apadrinados para exponer sus cuerpos perfectos tienen en estos sitios una vitrina para mostrar el resultado de su “esfuerzo” por los padrinos y los pobres e imperfectos mortales. Las personas cuya profesión es hacer ejercicio y hacer dieta a menudo publican imágenes con el título "sin dolor, no hay ganancia", que significa "sin dolor, no hay ganancia". Quienes ven la foto y leen el pie de foto creen que ser delgado es señal de felicidad y éxito.

Otro aporte de las redes sociales son los “desafíos de la delgadez”. Uno muy conocido es el “desafío de la clavícula”, que comenzó en China. El reto es poner monedas en la clavícula, cuanto mayor sea el número, más delgada (¡y hermosa!) es la mujer. Las que ponen pocas monedas son ridiculizadas por ser diferentes a las chicas “normales”.

¿Solo eres feliz cuando estás delgado?

¿Pasas los días en sopa? ¿Pierdes peso, pero sientes mucha debilidad y cuando vuelves a la dieta normal comes mucho y recuperas el peso anterior? Incluso comprometiendo tu salud, ¿te sientes feliz de estar delgado? ¿Sabes cuál es el problema? No es tu cuerpo, es tu mente y alma. Esta desesperación por querer lucir una figura esbelta esconde un profundo rechazo y complejos de inferioridad. Los sentimientos pueden haber nacido después de comentarios crueles de personas en la infancia. Ser comparado con compañeros y hermanos delgados genera la certeza de que la delgadez será el pasaporte a la aceptación y la felicidad.

los tamaños de la felicidad

¿Todavía no estás convencida de que delgadez no es sinónimo de felicidad? Párate a pensar en las gorditas que derrochan felicidad y rockean. ¿Cómo pueden ser felices si no son como las chicas de las revistas? Sencillo: tienen autoestima. Aunque ya han sufrido mucho por estar fuera de los estándares estéticos, aprendieron que hacer dietas locas y vivir en el gimnasio para ser como los demás es muy limitante. Estas mujeres tomaron las riendas de su vida, fueron conscientes de sus cualidades y caminan con la frente en alto.



¿Y tú, todavía esperando perder peso para ser feliz? Si nunca logras ser tan delgada como Gisele Bündchen, ¿te cortarías las venas de disgusto? La vida es demasiado corta para perder el tiempo tratando de ser como los demás. Tómate un tiempo para ti y descubre tus talentos. Cuando los descubras, seguro que entenderás que no hace falta estar delgado para ser feliz.


Texto escrito por Sumaia de Santana Salgado del Equipo Eu Sem Fronteiras

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