Por alguna razón, siempre posponemos la realización de nuestros sueños. Por alguna razón, constantemente tenemos algo planeado y guardado en el cajón. ¿Alguna vez te has parado a pensar que solemos posponer indefinidamente un deseo especial el próximo año? Pero ¿por qué somos así? ¿Por qué actuamos de esta manera si la posibilidad de arrepentirnos en el futuro es grande? ¡Los arrepentimientos son horribles, y un sueño hecho realidad es sin duda una de las mayores alegrías que podemos conquistar en esta vida!
Desde los sueños más primitivos hasta los más elaborados. Desde ese ansiado viaje que queremos hacer, pero no organizamos bien, hasta la dieta o el gimnasio que vamos a empezar y dejar para la próxima semana. No podemos olvidarnos de ese nuevo idioma que tanto queremos aprender o mejorar, y lo dejamos para el próximo mes, para el próximo año… Ahora bien, ¿te imaginas que este momento puede no llegar para ti?
En el momento en que decidí escribir sobre este tema, me dirigía a Río de Janeiro, más precisamente al Rock in Rio. ¿Razón? Mi hijo soñaba con ir a un gran concierto y yo me planteé hacer de ese día uno inolvidable para él. Durante el vuelo, comencé a pensar en cuánto postergamos la realización de nuestros sueños y momentos felices. Pero no creas que siempre he tenido esta actitud ante la vida.
También te puede interesar
- Aprende a controlar tus sueños
- ¿Cómo colaborar con el sueño del otro?
- Aprende a cultivar tu espíritu juvenil
Soy una persona que ha pospuesto muchos deseos - por pereza, por miedo - MUCHO MIEDO - por falta de dinero y planificación - hasta que, un día, la muerte tocó a mi puerta, y se llevó a mi mejor amigo! Han pasado 3 años desde que sucedió, y el dolor de esta pérdida no disminuye, así como el aprendizaje diario. Lamentablemente, "necesitaba" perder a una persona muy especial para dejar de posponer mis sueños, aparcar excusas y aprender a darle más valor y sentido a mi vida.
Daniela falleció a la edad de 34 años, llevándose consigo varios deseos incumplidos. ¡Con su partida, me di cuenta de que no podía retrasar más la vida! El tiempo pasaba demasiado rápido, mi hijo estaba creciendo, ¡y era hora de actuar! Además de cuidar más mi salud y mi alimentación, quería practicar carreras callejeras, hacer un crucero con Pedro y también conocer el famoso carnaval de Salvador.
Correr había sido un propósito desde que tenía 18 años, pero me costaba mucho respirar. Viviendo en el interior de São Paulo, veía por televisión y admiraba mucho la carrera São Silvestre, sin embargo, participar parecía algo muy alejado de mi realidad. Daniela partió en octubre de 2016, y el 31 de diciembre del mismo año, en honor a ella, y después de mucho entrenamiento, corrí los 15 km. Y desde entonces, he estado haciendo carreras callejeras. Honestamente, si no fuera por ella, no creo que hubiera iniciado esta actividad.
La semana después de la muerte de mi amigo compré a plazos “hasta donde alcanzaba la vista” un viaje de 7 días en un crucero, que era el sueño de mi hijo. En el mismo año, arrastré a mi exnovio al Carnaval de Salvador. Bailé mucho axé, y vi a varios artistas que fueron parte de mi adolescencia. ¿Y mis intenciones de conocer la nieve y los lugares de interés de Río de Janeiro? ¡Ya se ha hecho!
Las razones campeonas por las que postergamos nuestros sueños son las viejas excusas de “no tengo tiempo”, “no tengo dinero”, “tengo un niño pequeño”. Pero ya sabes, en mi opinión, la falta de planificación y el miedo son las mayores causas de todo esto. Al menos, lo confieso, ¡eran míos! Por supuesto, cada persona tiene argumentos particulares, y necesitamos soñar dentro de nuestra realidad económicamente hablando. Después de todo, no puedes tener una cuenta negativa, ¿verdad?
Si tu objetivo es hacer un viaje, gastar dinero en tonterías, ropa, restaurantes y autos caros no es una buena alternativa. Si pretendes realizar un curso o alguna actividad física, el camino es aprender a gestionar tu vida de la mejor manera posible. Si tu intención no es llegar al final de tu vida con remordimientos, posponer tus planes y metas no es la mejor idea. El secreto es dejar ir el miedo y tener actitud y determinación, porque tú estás a cargo de tu vida. No dejes tus sueños en manos del destino, y no quieras perder a alguien que amas para aprender a vivir.
