No, no son los medios de comunicación, internet, la modernidad, la televisión, el feminismo, el machismo o cualquier otro fenómeno los responsables de que cada vez sean más las relaciones y los matrimonios en crisis o destruidos.
El cáncer que carcome las relaciones se llama EGOÍSMO. Ninguna relación sentimental, ni siquiera la amistad, puede durar si una de las personas prioriza la satisfacción egoísta de sus deseos y anhelos.
El egoísmo genera solo penas y dolores. El egoísmo levanta altos muros, cava profundos abismos entre personas que querían vivir juntas por los siglos de los siglos.
Ciertamente, habría mucho menos sufrimiento en el mundo si las personas egoístas, es decir, las personas que no están dispuestas a dedicarse a la felicidad de los demás, tuvieran la sabiduría de quedarse solas.
Cada relación debe ser una rutina de entrega mutua. De lo contrario, ambos serán infelices. Y así, alianzas que deberían ser eternas se rompen como la copa más barata.
En este sentido, debemos mostrar que el egoísmo es un signo de inmadurez, ya que es una actitud natural en los niños, que no necesitan que se les enseñe a buscar su satisfacción personal por encima de todo y de todos.
Así que huye de esta inmadurez emocional, porque quien no se complace en la satisfacción y felicidad de sus allegados nunca será plenamente feliz, es decir, se convierte en una persona insaciable en su egoísmo y por mucho que hagas. , nunca serás bueno para el otro. .
Alimentar el egoísmo del otro es intentar secar las aguas del océano.
