¡Orgullo, un monstruo de mil cabezas!

¡Hola, amigos de Eu Sem Fronteiras!

Espero que todos estéis muy bien y en el camino de la evolución y el autoconocimiento. Hoy voy a hablar de la orgullo, lo que impide que nuestro caminar sea más ligero y tranquilo.

Voy a comenzar hablando de 5 características que son esenciales para nosotros, ¡gran orgullo que muchas veces nos ponemos como seres humildes y simples, hipócritas que somos! 

1. Los orgullosos no reconocen sus imperfecciones: para el orgulloso siempre es culpa del otro, nunca se equivoca, todos los problemas por los que pasa siempre se los proporciona otra persona, cosa o sistema. No puede mirar dentro de sí mismo y comprender de una vez por todas que todo lo que atravesamos es y será siempre consecuencia de nuestras elecciones y actitudes.



¡Orgullo, un monstruo de mil cabezas!

2. Los orgullosos comparan: cuando nos comparamos o nos sentimos superiores o inferiores al otro. En el primer caso nos volveremos arrogantes, presuntuosos, arrogantes, vanidosos y en el segundo nos sentiremos basura, seremos celosos, no reconoceremos lo bueno que tenemos y nos entregaremos a la energía negativa y la depresión.

3. El orgulloso juez: Todo tipo de juicios los hacemos orgullosos, no satisfechos con que los demás no satisfagan todas nuestras necesidades, o por ponernos como superiores, o simplemente por proyectar nuestro contenido en las personas, señalamos con el dedo al prójimo. Y olvidamos que cuando hacemos esto estamos hablando de nosotros mismos. Para quienes quieran profundizar en el tema, les recomiendo un excelente video sobre proyección, llamado “Efecto Sombra”:

4. Los orgullosos no valoran lo que tienen: nos enorgullecemos siempre estamos insatisfechos con las cosas que tenemos y conquistamos, con la vida que llevamos, nos pasamos todo el tiempo quejándonos de todo y de todos sin darnos cuenta de lo mucho que la vida nos da cada día. No vemos la belleza de la naturaleza, no te agradecemos por el sol, por la lluvia, por la vida y por todas las personas maravillosas que pasaron y/o están en nuestro camino. Solo nos enfocamos en la falta.



5. Los orgullosos se adjuntan: las personas orgullosas no tenemos desapego, ni material ni afectivo, y menos aún de lo más valioso que tenemos, el tiempo. Estamos apegados a nuestras cosas y personas. Tratamos al otro como nuestra posesión y como un juguete que debe estar disponible siempre que lo necesitemos. Nuestro tiempo, pues, ni se habla, no lo donamos, lo llenamos cada vez más de tareas, de compromisos y dejamos de ayudar a quienes más necesitan una sonrisa, una oreja o una palabra.

Y lo peor es que todavía no nos damos cuenta de lo orgullosos que estamos, de lo mucho que nos queda por caminar y evolucionar. Nos consideramos simples, humildes y en el fondo estamos (algunos) tratando desesperadamente de destruir una de las mil cabezas de este monstruo llamado orgullo. Evalúate, mira hacia adentro y no hacia afuera, deja de señalar con el dedo a cualquiera. Si la vida es mala, cambia y sal de las ganancias, toma acción y ve en busca de tu felicidad. No pierdas el tiempo, ámate primero a ti mismo y luego a tu prójimo y recuerda que estás donde estás por tu elección.



Un beso en el corazón y hasta la próxima! 

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