¿Habías escuchado alguna vez ese dicho: “Una buena suegra es la que no vive muy lejos para venir con una maleta, ni muy cerca para venir en chancletas”? ¿Cuántas veces hemos escuchado chistes o bromas sobre la figura de la suegra?
Los chismes siempre corrían de boca en boca, lo que generaba insatisfacción y sentimientos de celos y competencia entre nueras y suegras. Tan común se ha vuelto que hablar mal de la suegra llegó a ser visto como algo normal en la sociedad. Pero este sentimiento de aversión a la suegra caracteriza la exclusión de un miembro dentro de un sistema familiar, y esto puede traer muchos enredos a la familia e incluso a la descendencia.
Desde la perspectiva de la Terapia de Constelaciones Familiares Sistémicas, desarrollada por el psicoterapeuta Bert Helliger, toda exclusión trae enredos dentro del propio sistema familiar, y esta exclusión busca su inclusión a través de algún otro miembro de la familia. Este principio de constelación se conoce como la Ley de Pertenencia, según la cual todos en el sistema tienen derecho a pertenecer.
Por eso vemos patrones que se repiten de generación en generación, como hijas, nietas, bisnietas que también tienen problemas de suegra.
Estos enredos, la mayoría de las veces, suceden de manera inconsciente, sin que los miembros del sistema se den cuenta de que están actuando en lealtad al sistema familiar, buscando la inclusión de quienes fueron excluidos en el pasado. Y esta dinámica, oculta a los ojos de quienes actúan, puede perpetuarse hasta que se logre efectivamente la inclusión y el sistema restablezca su equilibrio.
Para quienes tienen sentimientos de ira, celos u odio hacia su suegra, es importante ser conscientes de que cada uno es responsable del equilibrio de su sistema familiar y que cualquier exclusión provocará enredos para todos.
Una de las herramientas indicadas para deshacerte de este tipo de sentimientos y traer armonía contigo mismo y con todos en el sistema familiar es la práctica de Ho'oponopono, la oración del perdón. Comience escuchando esta oración durante 21 días. Deja que tu corazón hable más fuerte en el momento de la conexión. Y, si siente la necesidad, continúe escuchando la oración todo el tiempo que considere necesario.
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Otra técnica para tratar los enredos con las suegras es hacer una Constelación Familiar, en la que pueden ayudar los movimientos sistémicos y las frases de sanación.
Y tenga cuidado: ¡la clave para la felicidad y la armonía de su sistema familiar puede estar en sus manos!
