Los seres humanos vivimos divididos entre “mucha gente” que vive dentro de nosotros. Por lo tanto, a menudo nos enfrentamos a conflictos internos. Hay momentos en que queremos algo, pasa un momento, ¡ya no lo queremos! Hay situaciones que nos sensibilizan, hay otras que nos resultan indiferentes.
A veces somos solidarios, otras veces no queremos saber cómo ayudar. En el mismo día, pasamos por cambios emocionales, ¡de estar felices a sentir la más profunda tristeza! ¡Por eso somos muchos! Muchos que creamos, desarrollamos y nutrimos dentro de nosotros. Por diversas razones, ya sean bloqueos, resentimientos, traumas, defensas y otras razones, venimos construyendo casas para estos habitantes de nuestro interior.
Son habitantes que se alimentan de nuestros miedos, culpas, inseguridades, penas y todo tipo de sentimientos y emociones, por eso hay momentos en los que nos perdemos, ¡sin saber quiénes somos en realidad! Para hacer frente a esta división en nosotros, es importante prestar una atención serena a nosotros mismos, viendo nuestros procesos internos sin juzgarnos a nosotros mismos, pero buscando comprender las causas y los efectos de esos muchos que somos y cómo afectan nuestras vidas. Para ilustrar y completar este tema realicé un poema y un video abordando al ser humano en conflicto consigo mismo.
¡Vivimos en conflicto con nuestro Ser! ¡Mucha rebeldía por lo que dejamos de hacer! Porque no sabemos expresar el amor que nos habita, ¡queremos defendernos! Influenciados por el miedo a no tener el control y perdernos, ¡terminamos arrepintiéndonos! ¡Cuántas cosas nos quedan por vivir! ¡Un vacío nos habita, porque nos quedamos sin llenarlo! ¡Y actuamos sin espontaneidad, debido a una existencia vivida con falsedad!
¿Cómo desentrañar la verdadera realidad? ¿Cuál es el camino hacia la auténtica felicidad? ¡La piedra, que muchos rechazaron, se convirtió en la montaña, en toda su grandeza! ¡Vivir en libertad es entregarse a la sencillez y expresarse con sinceridad! ¡Si queremos ser completos, reconozcamos nuestra parte y tengamos más autoridad sobre nosotros mismos! Si anhelamos alcanzar nuestra integridad y conocer la verdad, ¡conectémonos con nuestro Ser, y en esa unidad sentiremos la vida en su totalidad!
