Un día comencé a reflexionar sobre estas fechas: ¿Por qué necesitaba una fecha para empezar la dieta, o iniciar algún proyecto? ¿Y si empiezo hoy, por cierto, ahora? ¿Cuál sería el problema? Si ya estoy decidido a iniciar un cambio y/o proyecto, ¿por qué demorarme? En ese momento, me di cuenta de algo valioso: una parte de mí se estaba saboteando, usando esta nueva fecha y muchas veces postergándola, en este proceso de puro autosabotaje. Y ni siquiera me di cuenta.
Entonces, esa dieta que comenzaría el próximo lunes, comenzó el mismo día. Los proyectos comenzaron a planificarse y ponerse en práctica lo antes posible. La única fecha que me fijó como meta ahora era la fecha de finalización, ya no la fecha de inicio.
Hoy se hacen y comienzan durante el mismo año, porque la persona que comenzó el año no será la misma persona que lo terminará. Pasarás por muchas cosas, tus prioridades cambiarán y, lo más importante, tú cambiarás. En consecuencia, sus metas también cambiarán.Todo lo que puedo decirte es que mi nivel de frustración de fin de año ha disminuido drásticamente, y muchos proyectos que se detuvieron están terminados o en curso. Me siento mucho más liviana y creo que esto te puede servir a ti también, así que no hagas balance de fin de año, analízate a diario y crea tus metas de acuerdo a tus necesidades.
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