La primavera y la sabiduría ancestral femenina

    “Soy la Naturaleza, la Madre Soberana, Señora de todos los elementos, la representante Universal de las Diosas…” (Extracto del himno a Isis).

    La primavera es mi estación favorita del año.

    La luz del sol, las noches estrelladas, el canto de los pájaros, los árboles floridos y fructíferos, las ropas más ligeras, el viento acogedor, ¡todo parte de un hermoso ritual para dar la bienvenida a su llegada!

    Hora de cortarme el pelo, mover los muebles, donar ropa y objetos que ya no me quedan, probar nuevas recetas con sabores de temporada, decorar rincones de la casa con delicadas flores! ¡Todo pulsa y vibra en el alma y el cuerpo!



    Quizás no te sientas así y estés pensando: “Es una estación más del año”, “El ciclo de la vida y la Naturaleza girando”, “Nada nuevo”…

    ¡OK! ¡Todo cierto!

    Pero dudo que algo diferente no esté latiendo en ti, aunque sea inconscientemente. Es imposible que no te hayas fijado en las distintas tonalidades de los rayos del sol y el azul del cielo.

    la primavera es la temporada de renovación, es hora de que nos abramos a la vida, sembrando nuestros sueños y proyectos. Es la invitación a avanzar, a liderar, a volar como un águila en busca de ideales. Hora de florecer el alma.

    Dejamos la introspección del invierno, el rescate de nuestras potencialidades y las ponemos en marcha en primavera.

    La primavera y la sabiduría ancestral femenina

    Las tradiciones espirituales celebran la ascendencia femenina en primavera, se venera a la Diosa Interior, la Diosa Madre acoge y abraza a sus hijas e hijos, ofreciéndose a sí misma los mejores frutos.

    Entonces aprovecha la llegada de la nueva temporada para venerar la energía ancestral femenina, revitalizando la relación con uno mismo y con el otro.



    Conectarse con la Diosa Madre y la Diosa del Amor puede renovar la vida e inspirarlo a "floristería a alma."

    La sabiduría ancestral femenina indica que el el tiempo es adecuado para:

    * Buscar el equilibrio: cielo/tierra, masculino/femenino, uno mismo/otro, materia/espíritu;

    * Valorar la armonía en todos los sentidos y el amor;

    • Reconocer el poder de atracción y magnetismo;
    • Uso de dotes artísticas, sensibilidad, comunicación, socialización y habilidades psíquicas.

    “Solo puedes vivir cerca de otro, y conocer a otra persona, sin peligro de odio, si tienes amor. Cualquier amor es ya un poco de salud, un descanso en la locura.” (Guimarães Rosa).

    Al desear y conocer la ascendencia femenina, recuperas la fuerza para seguir tu viaje.

    Cuida tu feminidad, siéntete mujer, prepárate para ti, acepta tu belleza de alma y cuerpo. Lee, estudia, amplía tu repertorio interior con enseñanzas y experiencias que promuevan la apertura a la conciencia femenina.

    Elige un espacio sagrado de tu hogar, trabajo, pon algo que te recuerde a lo femenino, una foto, objeto decorativo o flores.

    Escucha música suave e inspiradora, sigue tu ritmo.

    Permítete oler la tierra, las flores, las hierbas y las esencias.

    La primavera y la sabiduría ancestral femenina

    ¡Cree en tu potencial y cuida tu autoestima!

    Date un baño de flores, a la luz de las velas, relaja tu mente y cuerpo, hidrata tu piel, crea tu ritual.

    Cultiva tu jardín interior con amor y comparte su belleza.

    Libérate de las creencias limitantes que impone la educación. Reconoce que no es fácil abandonar una creencia, pero es posible si estás dispuesto a aceptar creencias positivas en tu vida.



    Inspírate con los mitos y arquetipos de las Diosas.

    Cada mujer debe encontrar su propio modelo de belleza, valorando sus atributos naturales, brillo interior, que no depende de edad, color, peso, cuerpo o artificios, buscando la plena expresión de su personalidad y carácter. Sin compararte con nadie.

    Ser sacerdotisa de tu templo interior y ser aceptado con amor.


    Sé una sacerdotisa de ti misma, tu hogar, tu familia, relaciones románticas y sociales.


    ser la reina del amor, contagia la alegría allá donde vayas.

    Cuida tu femenino y recuerda honrar tu masculino.

    “El camino a la Diosa está dentro de ti, ahí es donde Ella reside, aunque te olvides de buscarla. Busca en tu núcleo y siempre lo encontrarás”. (Patricia Monaghan).

    Entonces, ¡una hermosa y florida primavera para nosotros, con las bendiciones de las Diosas!

    Abrazo amoroso!

    Lea también otros artículos del autor: Viaje interior: el camino del arquetipo del sanador

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