Homeschooling en España: cómo funciona y qué puede cambiar tras la pandemia

Homeschooling en España: cómo funciona y qué puede cambiar tras la pandemia

El homeschooling en España es un tema muy debatido en los últimos tiempos, desde que la pandemia impuso el aislamiento social. En ese escenario, los niños necesitaban estudiar sin salir de casa, y esa necesidad trajo importantes reflexiones sobre el tema.


Sin embargo, la mayoría de la gente todavía tiene dudas sobre el tema. Después de todo, ¿se aprobó el homeschooling en España? ¿Por qué estaría prohibida esta práctica y en qué consiste? ¿Cuántas personas son educadas en casa en España? Para profundizar más en esta discusión, lee atentamente el contenido que hemos preparado.



¿Qué es la educación en el hogar?

Homeschooling es un término inglés que, traducido al portugués, significa “educación escolar en casa”. Es decir, en lugar de ir a la escuela a aprender diferentes contenidos, un joven podría ser educado de esta forma en casa, por sus propios familiares o por profesores particulares.

Según la Asociación Nacional de Educación en el Hogar (ANED), a través del homeschooling los miembros de la familia pueden desarrollar una educación personalizada para los jóvenes, explorando sus habilidades, en un ambiente seguro y confortable. Obtenga más información sobre esta práctica a continuación.

La educación en el hogar y sus prácticas.

El homeschooling tiene una dinámica propia, que no es la que solemos ver en los entornos de enseñanza tradicionales. En primer lugar, como se mencionó anteriormente, los contenidos se transmiten a los jóvenes en el hogar, con la orientación de familiares o profesores particulares.

En este contexto, las clases suelen ser interactivas, dinámicas y multimedia, permitiendo que los estudiantes tengan acceso a videos, libros, sitios web, aplicaciones y materiales didácticos. Evidentemente, siempre están guiados por quienes les están enseñando sobre qué investigar y en qué profundizar.

Incluso, una característica fundamental de la educación en el hogar es la supervisión de los miembros de la familia durante las clases, incluso si son ofrecidas por profesores privados. Por ello, es común que los horarios de clase se ajusten a la disponibilidad de los familiares para este rol.


Otra característica del homeschooling es la ausencia de evaluaciones en muchos casos. Para los practicantes del método, el aprendizaje se vuelve más placentero cuando no hay un cargo excesivo por las buenas calificaciones y cuando no es necesario memorizar el contenido. Con base en la educación en el hogar, sería más importante asegurarse de que el joven haya aprendido un tema, no solo memorizarlo para un examen.


Finalmente, aunque el propósito de la educación en el hogar es mantener a los estudiantes en sus propios hogares, esto no significa que no puedan ir a otros lugares durante su aprendizaje. Con el acompañamiento de familiares, los estudiantes pueden visitar museos, teatros, cines, plazas y sitios históricos.

Además, algunas familias que practican el homeschooling pueden concertar encuentros entre sus hijos, para que puedan intercambiar experiencias sobre esta forma de aprender y enseñar. En el siguiente tema, descubrirás cómo se produce esta práctica en España.

¿Cómo llegó el homeschooling a España?

Unos 15 alumnos de entre 4 y 17 años practican homeschooling en España, según una estimación de ANED realizada en 2016. Pero, ¿cómo empezó esta modalidad de enseñanza en el país?

Antes de responder a esta pregunta, comprendamos el origen de la educación en el hogar. Desde antes del siglo XX, miembros de la élite de muchos países solían enseñar a sus hijos en casa. Sin embargo, el método solo se hizo popular después de 20 en los Estados Unidos.

Desde entonces, la educación en el hogar se ha adoptado como método legal en 63 países. En la mayoría de ellos, los alumnos deben realizar una evaluación anual para comprobar que se están formando adecuadamente. Sin embargo, en otros países, la práctica es ilegal. En Alemania y Suecia, por ejemplo, la educación en el hogar es un delito.

En España se popularizó la idea del homeschooling a través de las prédicas de los pastores sobre el tema, quienes fomentaban esta forma de educar. Con el tiempo, especialmente durante la pandemia, las movilizaciones para legalizar la práctica se hicieron más frecuentes.


Esto porque, de acuerdo con la Constitución Federal, la educación básica es gratuita y obligatoria, y todas las personas con edades comprendidas entre los 4 y los 17 años deben asistir al ambiente escolar. Con la educación en el hogar, esta determinación no se cumpliría y, por lo tanto, la práctica sería ilegal.


A pesar de ello, en diciembre de 2020, el gobernador Ibaneis Rocha sancionó la ley que legaliza el homeschooling en España. En el resto del país, la educación en el hogar sigue siendo ilegal, pero esta realidad aún podría cambiar. En los siguientes temas, comprenda qué condujo a este posible cambio de mentalidad.

Educación en el hogar ea pandemia

Durante la pandemia, para mantener el aislamiento social y controlar la propagación del Covid-19, se cerró el entorno físico de las escuelas. Entonces, para que los jóvenes siguieran estudiando, se ofrecieron clases en línea, a distancia.

Por lo tanto, los maestros continuaron siendo los responsables de la educación formal de los estudiantes. Los familiares podían seguir las actividades, pero no definían lo que los jóvenes aprenderían o estudiarían.

Por lo tanto, la experiencia docente que tuvo España durante la pandemia no puede considerarse homeschooling, ni homeschooling. Aun así, las familias supieron afrontar uno de los retos de este tipo de educación, que es la falta de socialización entre los jóvenes.

De esta manera, podemos reflexionar sobre lo que la pandemia nos ha enseñado sobre la educación en el hogar: ¿cómo lograr que los niños y adolescentes se desarrollen plenamente sin contacto con otras personas de la misma edad? ¿Cómo asegurarse de que están aprendiendo el contenido requerido? ¿Cómo luchar contra las desigualdades en la educación? Sigue pensando en eso a continuación.

¿Cuáles son los aprendizajes de educación en el hogar durante la pandemia?

Una vez más, es fundamental enfatizar que la experiencia de educación a distancia, ocurrida durante la pandemia, no es lo mismo que la experiencia de educación en el hogar. En el primer caso, los responsables de la educación son los docentes de una institución educativa; en el segundo caso, son familiares del joven o profesores particulares.


1) Disponibilidad de familiares

Con eso en mente, podemos reflexionar sobre lo que ha aprendido la educación en el hogar durante la pandemia. El primero se refiere a la disponibilidad de los miembros de la familia para acompañar la educación formal diaria de sus hijos. Como la mayoría de los padres y madres comenzaron a trabajar desde casa, fue necesario dividir la atención entre los jóvenes, el trabajo y las tareas del hogar.

Por otro lado, los familiares que continuaban viajando al trabajo tenían que contratar a personas para que se quedaran con sus hijos durante el día, incluido el horario escolar. Es decir, si fueran los encargados de la educación de los jóvenes, no estarían disponibles. Y, aunque recurrieran a tutores privados, no podrían seguir las clases.

Por lo tanto, si estas familias pusieran en práctica la educación en el hogar, tendrían que reajustar sus propios horarios y roles en el mercado laboral, de modo que estuvieran disponibles para brindar una buena educación a sus hijos.

2) Formación de los miembros de la familia

También es necesario considerar, en la relación de los familiares con la educación a distancia, que no todos estaban preparados para despejar las dudas de los jóvenes con los contenidos aprendidos durante la pandemia. Después de todo, la mayoría de los padres y madres no tienen una formación académica enfocada en la educación, o en las materias que se enseñan en las escuelas.

Esto significa que el homeschooling no puede ser practicado por cualquiera. Debe haber didáctica, paciencia y conocimiento para transmitir diferentes contenidos a los jóvenes y, en muchos casos, estas cualidades solo se adquieren a través de la formación profesional, que es la que califica a los docentes.

3) Dispersión de la atención

En relación con los estudiantes que han tenido educación a distancia, mantener la atención en clase se ha convertido en un proceso aún más desafiante. Con una serie de estímulos a su alrededor, provenientes de la computadora donde se impartían las clases, o de su propio celular, algunos alumnos tuvieron que esforzarse el doble para mantener la disciplina.

¿Los miembros de la familia que adoptaron la educación en el hogar podrían diferenciar el contexto del hogar, asociado con la relajación y el ocio, del contexto de enseñanza, que debe incluir el enfoque, la concentración y el compromiso? ¿Hasta qué punto se puede disociar el ambiente del hogar del ambiente de enseñanza? Estas son preguntas para hacernos pensar.

4) Falta de socialización

Un punto clave que surgió de la educación a distancia en la pandemia fue la falta de socialización entre los estudiantes. Los jóvenes no van a la escuela sólo para aprender, sino para intercambiar experiencias, conversar y madurar como personas. Sin este contacto con otros más allá del círculo familiar, la comprensión de la vida en sociedad puede haber sido limitada.

En el caso del homeschooling, aunque los miembros de la familia que practican el método organizaran encuentros entre sus hijos, el contacto sería mucho menor que el que se da en una escuela. Quizás era difícil para los jóvenes construir y mantener amistades, y la soledad podía manifestarse fácilmente sin que los niños y adolescentes tuvieran a alguien con quien hablar al respecto.

¿Cómo puede ser el homeschooling después de la pandemia?

Con base en las principales lecciones que ha traído la pandemia sobre los posibles desafíos del homeschooling, podemos comprender mejor esta práctica, así como prepararnos adecuadamente para ella.

Ante esta experiencia, muchas familias podían imaginarse que el homeschooling es más cómodo, ya que no requiere desplazamientos ni gastos escolares, pero hay que tener en cuenta varios factores antes de apostar por ello.

Entonces, si bien la pandemia trajo luz al debate sobre la educación en el hogar, concientizando a más familias sobre esta modalidad, también puso de relieve los desafíos de educar a sus propios hijos en el hogar. ¿Es esto suficiente para prepararnos? Reflexiona sobre esto a continuación.

¿Estamos preparados para el homeschooling en España?

Con los debates más recientes sobre el homeschooling en el Senado, para legalizar esta práctica en España, numerosos sectores de la población están analizando si realmente las familias españolas deberían adoptar este método de enseñanza.

El 1 de junio de 2021, Ítalo Dutra, responsable de educación de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en España, declaró: “Transferir el proceso de aprendizaje exclusivamente a la familia trae un daño importante a los niños, niñas y adolescentes. Esto porque la escuela es fundamental para garantizar el derecho al aprendizaje, la socialización y la pluralidad de ideas, además de ser un espacio fundamental para la protección de las niñas y los niños contra la violencia”.

Con esta afirmación podemos entender algunos de los puntos que se están cuestionando sobre este tema, en el proceso de aprobación del homeschooling en España. El primero es la calificación de los familiares para enseñar a los jóvenes, ya que no necesariamente estudiaron para ello.

Otro punto sobre este tema es que el contacto con otros estudiantes asegura que los jóvenes conozcan nuevas perspectivas sobre el mundo y desarrollen diferentes formas de pensar. Si aprenden algo basado únicamente en la cosmovisión de sus padres, pueden tener esta pluralidad limitada.

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Finalmente, las disparidades en la realidad socioeconómica de España son motivo de preocupación. En las familias de bajos ingresos, los jóvenes suelen ir a la escuela no solo para aprender, sino también para comer. Además, los docentes son capaces de identificar situaciones de violencia doméstica a través del contacto con los alumnos, en muchos casos.

Así que todavía tenemos que profundizar en muchas preguntas para determinar si estamos listos para la educación en el hogar en España. Pero, ¿qué piensa usted? ¿La educación en el hogar puede reducir las diferencias entre los estudiantes o las hará aún más evidentes? ¡Sigue investigando el tema!

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