Date cuenta de que los árboles crecen verticalmente hacia arriba, en un esfuerzo contra la fuerza de la gravedad. Este es un reflejo de que también tenemos el poder de crecer, de conectarnos con los mundos superiores, aún con todas las adversidades y fuerzas que nos empujan hacia la ilusión del mundo físico.
Para activar nuestra conciencia ese día, practica tzedaká, haz tus meditaciones y oraciones, especialmente en los 72 nombres de Dios, y come muchos frutos, que simbolizan la fertilidad de la tierra, la plenitud y la abundancia.