El Señor es mi Pastor, nada me faltará

    La Biblia, el libro sagrado de los cristianos, es una colección de textos, tanto del nuevo como del antiguo testamento, aceptados por los judíos, formados por palabras inspiradas por Dios. Esta declaración nos la trajo Pablo de Tarso, el apóstol Pablo, conocido por diseñar el Nuevo Testamento y ser el creador de la Iglesia Católica y sus dogmas, uno de los adoctrinadores más influyentes del Cristiandad.

    Rechazó el gnosticismo, que pasó a ser tratado como una blasfemia, por ser visto como una corriente política por su primitivo aspecto esotérico, predicado por el apóstol Pedro, fundador de la iglesia cristiana.



    El ex perseguidor de cristianos, que hoy es más conocido como São Paulo, con toda la modestia, digno de un santo que llegó a ser después de su conversión, a pesar de ser un asesino, afirmó que fue Dios, a través del Espíritu Santo, el que lo hizo. guió a los escribas en las líneas de pensamiento del evangelio, de la Biblia, las Sagradas Escrituras.

    A su vez, la Biblia, el Antiguo y el Nuevo Testamento, es un libro sagrado, a pesar de desconocer parte de la espiritualidad de otros pueblos al declarar a Dios como su único autor, él solo se convirtió en el más alto entre los judíos.

    Posteriormente, la Iglesia Católica, dominada por su obsesión por dominar el mundo, por la fe en sus dogmas, utilizó este argumento para matar y hacer desaparecer los antiguos cultos, muchos de ellos convertidos en demonios. La Iglesia declaró que el Dios de Israel es el único que trae la verdad que nos hace libres, que calma el espíritu inquieto, que nos enseña técnicas espirituales para alcanzar la paz de nuestra alma y la bendición del Altísimo.

    Sin embargo, Cristo afirmó que hay muchas moradas en la casa del Padre, lo que indica una visión más amplia de la espiritualidad, alejada de los dogmas. Según el apóstol Pedro, fiel seguidor de Cristo, que fue el primer obispo de Roma, estos escribas, que pertenecían a las corrientes de pensamiento del cristianismo, los evangelistas, eran muchos.



    El Señor es mi Pastor, nada me faltará

    Escribieron, estimulados por el Espíritu Santo, además de la orientación que agradaba a las corrientes políticas de la Iglesia, que nos permite acceder al conocimiento, a la esencia de la fe cristiana, que está presente en más de 31 mil versos, como el uno que nos dice:

    “La sabiduría ofrece protección, al igual que el dinero, pero la ventaja del conocimiento es esta, la sabiduría protege la vida de quien la posee”

    (Eclesiastés 7:12)

    Por su parte, Norman Vincent Peale, doctor en terapia espiritual, pastor y escritor estadounidense, uno de los primeros en desarrollar teorías sobre el pensamiento positivo, autor del libro “El poder del pensamiento positivo” – “Guía práctica para tus problemas diarios” y profesor en Marble College Church en Nueva York, enseñó un método práctico a través de la lectura de la Biblia. Prescribió la fe y su observancia a quienes siguieron las enseñanzas bíblicas y lograron superar todos los contratiempos.

    En su libro, citado anteriormente, hace referencia a un médico que le dijo que la maldad de muchos de sus pacientes estaba en el espíritu. Este médico no tenía la costumbre de enviar a sus pacientes a una farmacia en busca de medicinas, pero recetaba versículos de la Biblia, como Romanos 12:12, que dice:

    “Transfórmate, renovando el espíritu”

    Según el autor, el simple contacto, a través de la lectura de la Biblia, nos conecta espiritualmente con Dios a través de nuestro pensamiento. De esta manera, la energía divina fluye hacia nuestro espíritu, cambiando nuestro estado emocional y brindándonos paz interior y serenidad.

    Uno de los pasajes bíblicos más famosos o que más me toca espiritualmente se le habría atribuido al rey David, “el hombre conforme al corazón de Dios” (Samuel 13:14). David es uno de los favoritos de Dios, por su arrepentimiento y fe, considerado el rey más grande de Israel y autor del Salmo 23, que dice: “El Señor es mi pastor y nada me faltará”. La frase hace una analogía con otro versículo de Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y aún nos asegura seguridad, volviendo una vez más al Salmo 23, de David: “Aunque pase por el valle de la muerte, nada temeré, porque (Dios) está conmigo”.



    A la luz de estas palabras sobre las escrituras, terminamos con uno de los pasajes más famosos: el Sermón de la Montaña. Según Mahatma Gandhi, un gran alma de la India -que por cierto no era cristiano- si no existiera la Biblia en el cristianismo o si se perdieran todos los libros sagrados, bastaría el Sermón de la Montaña, que se convierte en el proyecto, el ideal de Cristo, el mayor código moral y espiritual de la humanidad.



    Añade un comentario de El Señor es mi Pastor, nada me faltará
    ¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

    End of content

    No more pages to load