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Somos seres humanos. Seres con ganas de aprender más para evolucionar en un camino que transcurre entre pruebas, errores y aciertos que enriquecen la historia evolutiva de un ser. Es en la historia de la vida que todo sucede. Mucha atención a lo que viene cada día haciendo imprescindible cada minuto, porque eso es lo que hace más grande al mundo. Entonces, comenzamos a respetar los minutos y los segundos, valorando cada momento y evento como debe ser. Así creamos una vida de gran luminosidad, porque sólo de una nueva fuente tendremos una nueva forma de vivir.
Si continúas en la misma situación en la que llegaste a este mundo, estarás en el centro del “nudo” que tú mismo construiste. Para desconectar del “nudo”, o de la dificultad, es necesario hacer más, actuar más y saber más, porque sólo así tendrás una vida plena y extraordinaria.
Es el poder sobre uno mismo lo que da energía vital activada a una persona. Es lo que logra en un universo lo que la hace libre para ser y la aparta para algo mucho más grande. Así pues, vivid, de hecho, una misión plena y enérgica, rica en equilibrio y armonía, desarrollándose en la constancia de los acontecimientos de la vida.
La vida solo se convierte en algo más grande cuando la fuente toma su poder. La mirada de paz se hace cotidiana y la armonía se convierte en la compañera de cada día de la vida.
Así es como podemos cambiar y transformar la vida. Un león solo asume su poder cuando se da cuenta de que nació para vencer a través de la fuerza que existe dentro de sí mismo, por lo que enfrenta el miedo y se arriesga para lanzarse a una vida llena de luz.
Los errores y los aciertos sucederán. Estar dispuesto a aprender, empezando por el primer paso. En un viaje largo, el primer paso es el más desafiante. Es en este momento que el gran “poder del yo soy” necesita manifestarse. Solo tú puedes ser grande, a través de ti mismo.
¡Luz de amor!
¡Gratitud!
¡Abrazo fraterno!
