Con el tiempo, el concepto de amor ha sufrido muchos cambios. Hay todo un escenario detrás, esto es evidente cuando buscamos este tema en varios autores, tales como: Sócrates, Platón, Aristóteles, Schopenhauer y Paul.
El filósofo Sócrates, argumentó que el amor es la búsqueda de la belleza y el bien. Para Platón, alumno de Sócrates, el amor era algo puro y desprovisto de pasiones. Al mismo ritmo pueden ser ciegos y falsos.
Aristóteles creía que el amor era un sentimiento de seres imperfectos, con el fin de que el amor llevara a la perfección. El filósofo Schopenhauer vio la esencia del ser humano como la voluntad. En otras palabras, desde la perspectiva alemana, lo que da sentido a nuestra vida son nuestros deseos. Pero, ¿cuál sería la esencia de la Vida? Schopenhauer defendía que era el sufrimiento, que según algunos hace que el amor parezca algo terrible, también creía que el amor era una excusa para la reproducción humana. Este último, el Apóstol Pablo que es citado en el cristianismo, defiende el amor incondicional, es decir, no pongo condiciones a amar a alguien, como demuestra en su carta a la Iglesia de los Corintios, comunidad en ese momento.
1 Corintios 13:4 El amor es sufrido (Paciente), es bondadoso; el amor no es envidioso; el amor no trata a la ligera, no se envanece (Se vuelve fuera de control, furioso).
1 Corintios 13:5. No se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se enfada, no sospecha el mal.
1 Corintios 13:6. No os regocijéis con la injusticia, sino regocijándoos en la verdad; 7. Todo sufre, todo cree, todo espera, todo apoya.
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El apóstol Pablo no reduce el amor a un sentimiento vano, algo necio y sin sentido. Pensar en el amor como una mera actividad o pasatiempo, este pensamiento va en contra de la enseñanza del Apóstol.
La persona que ama no concentra sus fuerzas en las Injusticias, la persona que ama no planea el mal contra los demás, al contrario, perdona.
El amor no se deleita en la injusticia, sino que se regocija en la justicia.
Todo sufre, cree y espera, perseverando en todas las cosas, nunca se da por vencido y nunca pierde la esperanza.
Debemos pensar que amar es confiar, proteger y cuidar sin restricciones.
El Apóstol enseña que el verdadero amor no está sujeto a las limitaciones que le imponemos. Otra cosa importante dentro del cristianismo es que el amor es el gran Mandamiento.
Con este texto, la pregunta que queda es: ¿Qué amor quiero para mi vida? ¿Y qué amor necesita conocer el mundo? Creo que el amor sería la solución a los males del mundo.
