Cuando una persona asume un papel muy importante en la vida de las personas en toda la sociedad, es común que se cree una fecha para honrar a esa figura. Por ello, anualmente, el 30 de enero, se celebra el Día del Padrino.
El principal objetivo de esta celebración es honrar a los padrinos de bautizo, quienes son elegidos por la familia de un niño para asumir el rol de padre, guía espiritual y protector del recién nacido.
Un padrino es siempre una persona de confianza, muy cercana a la familia que lo eligió, y la clasificación con este título es un reconocimiento muy honroso y afectuoso.
Sin embargo, puedes usar esta fecha para celebrar al padrino en tu vida que no es necesariamente tu padrino. Según el diccionario, hay otras tres definiciones de padrino.
El primero de ellos es el padrino de la boda. Esta persona se encargará de asesorar y orientar a la pareja que los haya elegido cuando se enfrenten a algún tipo de problema, aunque sea económico.
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La otra definición de padrino se refiere a alguien que ayuda a otra persona, aunque sea distante. Los procesos de patrocinio para personas en situación de vulnerabilidad social, por ejemplo, sitúan a las personas que ayudan en este rol de segundo padre o protector.
La última definición es el padrino de graduación, comúnmente llamado patrono, que es quien entrega el diploma a la persona que se gradúa. En este caso, la figura del padrino es la de un maestro, alguien que reconoce su esfuerzo y su valor para lograr sus conquistas.
Si bien el Día del Padrino no es precisamente una fecha festiva, en Argentina es una época muy especial. Los padrinos incluso reciben regalos en honor a los consejos que brindan.
Aquí en España, si no has encontrado tiempo para comprar un regalo o si prefieres un homenaje más sencillo, puedes enviar un mensaje felicitando a tu padrino en su día. Mira este ejemplo:
“¡Hola, padrino! Hoy, Día del Padrino, saqué un tiempo de mi día para agradecerte todo lo que siempre haces por mí. Soy mejor persona con tus consejos, tu amistad y tu comprensión. ¡Gracias por ser parte de mi vida!”
O, si ya sabes quién será el padrino del bautizo de tu hijo, puedes aprovechar la fecha conmemorativa para invitarlo a este ritual de iniciación religiosa. Puede ser así:
“¡Hola, [nombre de la persona]! Hoy, en el día del padrino, tengo una invitación que hacer. Como sabes, el niño que estoy esperando está a punto de nacer. Eres la persona en la que más confío para cuidarla y guiarla en su camino espiritual. ¡Me encantaría que fueras el padrino de la persona más importante del mundo para mí! ¿Que crees?"
