Vemos en las películas y también en las noticias que las personas involucradas en delitos de cierta complejidad son sometidas a detectores de mentiras. Según la ciencia, es posible saber por este medio si un individuo está diciendo la verdad o no, a través de la reacción que presente, aunque ya se ha comentado que algunos sujetos lograron engañar al dispositivo. No sé si lo hace.
Dicho equipo pretende ser un complemento del conjunto de pruebas en una pieza de investigación.
En una ocasión, en el plano espiritual, se comentó por un mentor que algunos equipos, estatuas y cuadros de arte no son los originales que existen en la Tierra, sino copias inspiradas de lo que ya existía en el plano espiritual. ¡Eso es interesante!
Allí nos encontraremos con el equipo llamado psicoscopio, que como se afirma en el libro "Estudiando la mediumnidad", psicografía de Chico Xavier, es un aparato destinado a la auscultación del alma, con el poder de definir las vibraciones y con la capacidad de efectuar diversas observaciones sobre el sujeto, sin necesidad de una concentración mental precisa. El diminuto objeto aquí en la Tierra no pesaría más que unos pocos gramos.
Agregó el benefactor que espera estar luego entre los hombres. Funciona a base de electricidad y magnetismo, utilizando elementos radiantes, esencialmente análogos a los rayos gamma. Consta de gafas de estudio, con recursos disponibles para microfotografía. Si el espectroscopio permite al hombre investigar la naturaleza de los elementos químicos, ubicados a enormes distancias, a través de la onda de luz que arrojan de sí mismos, será mucho más fácil identificar los valores de la individualidad humana por los rayos que emite el aparato, agregó. el benefactor
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La moralidad, los sentimientos, la educación y el carácter son claramente discernibles a través de una ligera inspección. Ahora se sabe en la Tierra que un gramo de radio pierde la mitad de su peso en dieciséis siglos y que un ciclotrón, trabajando con proyectiles atómicos acelerados a millones de electronvoltios, realiza la transmutación de elementos químicos, concluyó de inmediato.
Efectivamente, son conceptos técnicos que el profano no entiende, pero podemos estar seguros que la cantidad de aparatos que tenemos aquí en el plano del encarnado es una copia de los que existen en el plano espiritual y que los hay más sofisticados y con una tecnología mucho mayor. Por lo tanto, a medida que evolucionemos, desarrollaremos tecnologías de gran expresión y ciertamente el detector de mentiras que se usa hoy en día tendrá un salto de calidad, incluso porque los delincuentes están probando tecnológicamente medios más mejorados para consumar sus delitos.
