El pensamiento tiene fuerza, vuela lejos y muy rápido, además de ser contagioso. Quien está en paz consigo mismo difunde la armonÃa de sus pensamientos y todos la sienten. Las personas llenas de sentimientos tóxicos contagian la negatividad de sus pensamientos a quienes son más frágiles emocionalmente.
Aunque parezca abstracto, el pensamiento es algo concreto y podemos controlarlo. Necesitamos aprender a controlar la mente, mantenernos alerta y alejar los malos pensamientos para poder vivir plenamente. He aquà cómo hacerlo en dos pasos:
cultivar alegrÃa
Aprende a ver la alegrÃa de los momentos que pasan como el atardecer, observa la belleza de las flores, rÃete de las bromas de un perro o un gatito y escucha historias divertidas de familiares y amigos. Al darte cuenta de la importancia de estas situaciones, abres tu mente a las cosas buenas y las cosas malas no tienen espacio para crecer.
reduce tus pensamientos
Deshazte del miedo de que aún no has alcanzado tus metas. Elimina la culpa que sientes por los errores del pasado. Reduce tus pensamientos a sentimientos como la generosidad, el amor y la paciencia.
Controlar la mente es difÃcil, pero vale la pena. No ser rehén de tus pensamientos te liberará a la verdadera existencia. Toma las riendas de tu mente y lleva tu vida adelante.
Texto escrito por Sumaia de Santana Salgado del Equipo Eu Sem Fronteiras