Cuando aplicamos los cristales en los chakras o en una determinada región del cuerpo, estos actúan amplificando o absorbiendo las energías de esta región, favoreciendo el equilibrio y restableciendo las energías presentes en la región.
Solemos aplicar los cristales durante al menos 10 minutos, manteniéndolos posicionados en el centro de cada chakra. Es importante que antes de cada aplicación, el cristal sea debidamente preparado, con limpieza, energización y programación del cristal.
La limpieza consiste en dejar el cristal sumergido en agua con sal gruesa, en un recipiente de cristal, durante al menos tres horas. También podemos limpiar un cristal colocándolo en el suelo, en un jarrón con plantas por ejemplo. Además de esta forma, también podemos limpiar un cristal utilizando agua de río o de mar.
Después de la limpieza, tenemos el proceso de encendido. Solo deja el cristal al sol o al baño de luna. Algunos terapeutas indican la luna llena para potenciar la energización. Después de 12 horas, el cristal está listo para recibir la programación.
La programación es el proceso donde el cristal recibirá la intención. Necesitas sostener el cristal en tu mano e imaginar algo bueno, algo que realmente quieras, como una cura para una enfermedad instalada en cierto órgano del cuerpo físico. Éste es el paso más importante. Su pensamiento debe ser verdadero para la correcta programación de cristal.
¡Listo, el cristal puede ser colocado en tus chakras! Coloque el cristal en el centro de cada campo de energía, cada chakra o la región enferma de su cuerpo. Mantén tus pensamientos en beneficio, creyendo en la restauración de energías, en la limpieza de fluidos no necesarios para tu organismo.
Idealmente, deberías usar un cristal por chakra. Después de la aplicación, el posicionamiento del cristal y la activación de los beneficios esperados, el cristal debe retirarse y almacenarse. Procura guardarlo en un lugar reservado, y al menos una vez a la semana repite el ciclo de limpieza, energización y programación.
Es importante que tus pensamientos permanezcan en armonía durante la terapia y busquen constantemente el equilibrio en la mente, lo que reflejará en tu organismo físico y vital toda la sanación, armonía y equilibrio que tu cuerpo necesita.
Recuerda: ¡el equilibrio comienza en nuestros pensamientos! Empezar a pensar bien a la siguiente.
¡Éxitos y luz para todos!
