Amatista: la piedra de la llama violeta
Según la antroposofía, que establece una analogía entre las piedras preciosas y las facultades humanas, la amatista está relacionada con la caridad.
La amatista fomenta el amor y la adoración a Dios. Está asociado con la fuerza planetaria de Neptuno y el signo de Piscis.
Las piedras limpiadoras más poderosas son las de color púrpura, como la amatista, que actúan sobre el séptimo chakra, por encima de la coronilla.
La amatista es un cuarzo cristalino y se presenta tanto en formas cristalinas como no cristalinas, pero siempre en un tono púrpura claro u oscuro. Algunos cristales permanecen en el fondo del lecho rocoso; como muchas personas que nunca se liberan de su madre, de su familia, de su patria, de su raza o de su lugar de nacimiento. Son como aquellos que, aun poseyendo una luz celestial, deciden llevar a cabo su tarea terrenal hasta el final. Las amatistas son un ejemplo de tales cristales. Las amatistas moradas crecen dentro de geodas grises en su roca madre. Están rematados por pirámides de cuatro lados. Los triángulos puntiagudos pertenecen a la luz. Incluso en la oscuridad del lecho rocoso surge el poder de la luz. Tan pronto como la roca se rompe y los cristales encuentran la luz, comienzan a brillar. De la misma manera, los ojos de los recién nacidos, que se formaron en la oscuridad y nunca vieron la luz, responden a la luz tan pronto como la encuentran. La luz ya está presente en la oscuridad.
El cristianismo ha valorado más las virtudes de Piscis: abnegación, humildad, pureza y espiritualidad, y las amatistas y las piedras moradas en general las alientan.
La amatista otorga favor a aquellos en lugares altos. Por su contenido titánico, la amatista es la piedra del sacerdote, está presente en el anillo del papa, y se lleva preferentemente en el dedo anular de la mano izquierda, colocada tanto en el anillo del obispo como en los anillos de los reyes y duques. El heraldo del rey usaba este anillo cuando convocaba a los soldados a la guerra.
Poderes curativos de la amatista:
– Protección contra la embriaguez (a-metil = anti-alcohol), la debilidad de Piscis; por eso se usa en el ombligo.
– Protección contra enfermedades de la sangre, enfermedades venéreas y fiebre puerperal.
– Para el insomnio, la falta de sueño y el dolor de cabeza: frotar una amatista en la frente y las sienes. Esto beneficiará a todos los problemas de la cabeza como meningitis, pérdida de cabello, conmociones cerebrales, cataratas y resfriados o congestión nasal. También se utiliza para problemas de visión, daltonismo y cataratas.
– Actúa contra la dispersión de la mente, característica de Piscis, da claridad de profecía e interpretación de los sueños, además de humildad, filantropía y amistad (se suele dar a un amigo, pero si el amigo no lo acepta, la amistad se rompe ).
– Meditación y obtención de visión espiritual. El contenido de manganeso de la amatista le otorga el poder del pensamiento creativo, por lo que esta piedra es una de las piedras más adecuadas para la meditación y, en general, para la purificación y el desarrollo espiritual. También se utiliza para agudizar los sentidos naturales o clarividentes. Arroja una luz pura sobre el alma pecadora y dirige la atención a las cosas del espíritu. La amatista lleva al espíritu a los reinos del infinito e incluso el individuo que se encuentra confinado en las paredes de su cuerpo físico se sentirá rodeado por el inconmensurable Universo. No tiene fuego, pero brilla. En la Edad Media, la amatista era más cara que el diamante. Cuando los hombres comenzaron a perder interés en las cosas espirituales, la amatista se devaluó.
– Levanta el alma y cura las neurosis; calma y previene explosiones, ayuda a dormir y alivia el dolor de cabeza; contra la mala suerte, la histeria, la neuralgia, las alucinaciones, los ataques, el odio y la aversión, el miedo, el asco y la añoranza; purifica de venenos y pensamientos impuros.
– Es una gran ayuda para los artistas, que tienen dificultades para conciliar los aspectos prácticos y espirituales de la vida. El manganeso fomenta el pensamiento creativo.
– El manganeso, emparentado con el hierro, es bueno para las personas anémicas, que tienen tendencia a la parálisis y reflejos exagerados (enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple) y también para las que cantan y hablan demasiado y siempre están limpiando la mucosidad de la garganta.
– También se utiliza para escaldaduras, hidropesía, quemaduras e infecciones.
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– Cura las impurezas de la piel. Simplemente coloque la amatista en un recipiente con agua hirviendo y lave la piel con las gotas que se forman en la tapa.
– Da felicidad en el matrimonio si la esposa le da a su esposo una amatista en un corazón de plata. La amatista es la piedra de San Valentín.
– Ayuda a lograr la justicia para quienes la utilizan. En China, las amatistas se arrendaron a personas que tenían procedimientos legales pendientes.
Referencia bibliográfica consultada:
UYLDERT, Mellie. "La magia de las piedras preciosas: los poderes ocultos de las piedras preciosas, sus propiedades curativas y sus vínculos con la magia, la astrología y la religión". São Paulo: Ed. Pensamiento, 1984.
