A continuación, enumeramos siete valiosos consejos para que tenga éxito en el cultivo de sus orquídeas. ¡Ponte a trabajar y buena suerte!
1- locales
A las orquídeas les va bien en las copas de los árboles frondosos, ya que necesitan ventilación y luz indirecta. Si vas a cultivar tu orquídea en maceta, asegúrate de colocarla en un lugar de estas características. Sus hojas son finas y delicadas y apenas sobreviven si se dejan bajo la luz solar directa.
2- Humedad
A diferencia de las suculentas, las orquídeas necesitan mucha agua para sobrevivir. Pero eso no significa que debas regar tu orquídea con mucha agua o varias veces al día. Mantenga siempre otras plantas cerca o incluso un humidificador cerca. Son plantas que son capaces de captar agua del aire, por lo que el clima húmedo siempre les beneficiará.
3- Riego
Aunque en el tema anterior dijimos que la orquídea necesita mucha agua, recalco que no debes regar en exceso, de lo contrario tendrá el efecto contrario al que pretendías. Una buena forma de saber si es hora de volver a regar es observar cómo va el sustrato que la acompaña. Se debe regar solo cuando esté seco, pudiendo ser incluso en días alternos.
4- Fertilizante
Al igual que el agua, debes tener cuidado al fertilizar tus orquídeas. Incluso los fabricantes de estas vitaminas vegetales a menudo recomiendan más de lo que realmente necesita. Diluir en una cantidad mayor a la recomendada y utilizar este aparato únicamente en el momento de crecimiento de la planta, cuando aparecen nuevos brotes. Cuando haya alcanzado su edad, simplemente dale agua.
5- Floración
Una buena manera de evaluar si tu orquídea se está desarrollando bien es anotar siempre en un calendario cuándo floreció. Entonces, el próximo año, si al mismo tiempo ella no te da las flores, hay que evaluar qué está pasando. La mayoría de las veces la planta necesita un lugar con más luz para crecer sus flores.
6- Ataques de insectos
Al igual que los humanos, las plantas también pueden enfermarse y son susceptibles a ataques no deseados de insectos y plagas. Para evitar que la enfermedad se propague y pierdas tu orquídea, sé un propietario presente y, siempre que sea posible, inspecciona las hojas, las flores e incluso los brotes que están creciendo. Al menor síntoma de ataque de hongos, parásitos o insectos, busca la solución compatible.
7- Sustitución de floreros
A pesar de ser un cambio difícil y delicado, conviene hacerlo siempre que la planta empiece a crecer demasiado para la maceta en la que se planta. En este punto, debe conocer la mejor manera de realizar este intercambio. Ojo y siempre cambia el sustrato. También es momento de retirar las hojas amarillentas y viejas. Es como un renacimiento de la planta.
Escrito por Roberto Sturk del Team Eu Sem Fronteiras.