las leyes morales 🆙

¡Amado! Ninguna humanidad perteneciente a los Mundos de Pruebas y Expiaciones sobreviviría con sus propias Leyes, si no existieran las Leyes Naturales de Creación de los Mundos, también llamadas Leyes Morales.

La creación divina nunca cesa. Evoluciona porque sigue las reglas dictadas por su Creador. Todas las experiencias que las almas necesitan adquirir tienen lugar en innumerables Universos, con sus Galaxias, Estrellas y Planetas, siguiendo lo que se llama Elevar.

las leyes morales — vernonwiley de Getty Images / Canva

Cuando comparamos el Planeta Tierra con una Escuela, no es una metáfora, sino una forma de comprender mejor cómo se produce el aprendizaje de las almas aquí encarnadas, sometidas al velo del olvido. Ya sin recordar quiénes son realmente, el aprendizaje se logra a través de sucesivas reencarnaciones, cada una como si fuera única.

Así que siempre hay oportunidades, porque aunque el alma falle, tendrá oportunidades más adelante. Son las Leyes que rigen los Universos las que definen el currículo de cada Escuela de Almas. Son soberanos y no dependen de Leyes locales, creadas por las humanidades de cada Planeta o de cada Estrella.

Aquí en la Tierra, existen Leyes Divinas específicas adecuadas para la humanidad terrestre. Se definen como LEYES MORALES. Esto nos hace entender lo que significan la moralidad y la inmoralidad. Son estas Leyes las que definirán quién está listo ahora para ascender o no.

Incluso si cada ser humano está sujeto a las Leyes de los Hombres, éstas no interfieren con las Leyes Mayores. Desde que surgieron los puestos de mando en este Planeta, tales mandos se han rodeado de ciertas normas, no precisamente para organizar al pueblo, sino para garantizarse en sus puestos.

Las Leyes y sus Códigos pueden incluso proporcionar alguna pauta para el comportamiento de la comunidad, pero nunca, de hecho, han garantizado sus derechos. Y ahora, en el momento en que todos podrán conocer la verdad y las revelaciones de la misma, toda la humanidad verá quién realmente los gobernó todos los tiempos.

Cuando recordemos la famosa frase, “Y CONOCERÉIS LA VERDAD, Y OS HARÁ LIBRES”, estaremos seguros de que tales revelaciones ya están en marcha. Nunca, en ningún momento de la historia, tal evidencia ha sido tan clara. Hoy, a la luz del día, ya todos se dan cuenta de que las Leyes Humanas siempre benefician, de primera mano, a quienes las crearon.

Cuántas veces hemos visto a ciertas personalidades alardeando de estratosféricas posiciones y conquistas, y no se sienten injustas, pues justifican tales situaciones como "dentro de la Ley". Sí, dentro de la Ley que ellos mismos crearon para beneficiarse de ella. Tenemos el caso de los altos salarios, las altas pensiones y una infinidad de prebendas, siempre ofrecidas a un puñado de beneficiarios que, la mayor parte del tiempo, no hicieron nada para merecerlas. Pero levantan la cabeza y golpean la mesa, diciendo que es legal, porque la Ley lo permite.

Sí, es legal bajo la Ley de los Hombres, pero es Inmoral bajo las Leyes Morales. Recordando siempre que no serán las Leyes de los Hombres las que darán el salvoconducto para que un alma ascienda. Todo estaba permitido en esta escuela de almas, pero solo aquellos que entendieron y practicaron las Leyes Superiores, de hecho, serán aprobados.

Será inútil decir quién fue mientras estuvo encarnado, sino cómo practicó estas Leyes Divinas. Será inútil decir que siguió las Leyes de los Hombres, ya que siempre estarán sujetos a las Leyes Superiores. Nadie puede engañar lo que está impreso en la creación de los Mundos.

Escribí, en un texto antiguo, que hay una biblioteca en el Sol Central Alcione, en las Pléyades, donde está el registro de cada alma encarnada en la Tierra, desde su primera encarnación aquí, hasta el momento presente. Cada minuto y cada segundo, tanto en la encarnación como en el período entre vidas, es decir, en la Tierra Astral de ultratumba. Incluso los pensamientos e intenciones de cada uno se registran allí.

Entonces, ¿cómo puede alguien eludir tales leyes? También he escrito antes que el Universo sabe dónde están todos. Conoce la dirección de cada alma encarnada, tanto en esta existencia actual como en las anteriores. No habrá errores dentro de dichas Leyes. No habrá nadie con más autoridad ni con menos autoridad a la hora de aplicarlos. Será un gran momento, pero, sobre todo, ¡justicia, sí!

Será inútil justificar que las Leyes Humanas lo permitieron. No sólo en los salarios, sino en todas las actividades conocidas. En todos los actos realizados. En todas las solicitudes presentadas. En negocios ilícitos; en las mentiras; en la desinformación; en el interés personal en detrimento del interés colectivo; en competencia desleal; en la esclavitud del trabajo y la deuda; en fácil ganancia; de todos modos, la lista aquí sería enorme.

Los jueces de hoy serán los acusados de mañana. Por eso hemos oído desde niños que la Ley Divina tarda pero no falla. Nada podría ser más cierto y lógico. Aprender las lecciones en una Escuela de Almas ciertamente incluye practicar las Leyes Morales. Nadie escapará del Juicio Final. Nadie puede escapar de sí mismo, es decir, de su conciencia, porque somos una conciencia. Será esta conciencia la que puede o no ascender ahora.

Los tiempos han llegado, y los que detentan el poder sobre la humanidad tienen miedo. Saben que ha llegado su momento. Pero también saben que fallaron en las Leyes Morales, y eso trae desesperación ahora. No hay dónde esconderse ni dónde huir, porque nadie huye de sí mismo.

De nada servirá tratar de implantar dictaduras para protegerse, porque no serán las Leyes de los Hombres las que los juzgarán, sino las Leyes Morales las que regirán los Mundos. Triste final para aquellos que se creían, de hecho, invencibles. El Universo gira en su espiral, y este ciclo también se cierra aquí en la Tierra. La Era de la Luz finalmente está entre nosotros. Ya podemos sentir los primeros rayos de su amanecer.

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