Por definición, la espiritualidad se entiende como la búsqueda de sentido en la vida por medios que trascienden lo tangible. Es la búsqueda de algo superior, más grande que uno mismo. La espiritualidad no está necesariamente ligada a la religión, pero tiene que ver con el sentido que las personas encuentran en sus vidas. Muchas personas utilizan la espiritualidad como punto de apoyo, ya sea en la enfermedad o en situaciones cotidianas difíciles. Vinculado a eso y trabajando como complemento, me gustaría presentarles el poder del pensamiento positivo:
El pensamiento positivo se sitúa como una forma de conducta a adoptar. El tema se hizo famoso a mediados de la década de 1950 con la publicación del libro “El poder del pensamiento positivo”, de Norman Vincent Peale, que se convirtió en un éxito de ventas mundial.
Pero, ¿cómo puedo usar el pensamiento positivo? ¿Cómo puede ayudarme esto? ¿Qué gano con eso?
Pensar en cosas positivas a la hora de hacer o desarrollar algo, creyéndote capaz, genera confianza y entusiasmo. Del mismo modo, todo lo contrario: el pensamiento negativo transmite inseguridad y negatividad, haciéndote incapaz de lograr algo con excelencia. La búsqueda del equilibrio personal es muy importante. Así que trata de practicar el pensamiento positivo en todo lo que hagas o desarrolles.
Sugiero la búsqueda de un mentor espiritual, también conocido como espíritu guía, entidad noble o, en cierto modo, todavía podemos llamarlo “ángel de la guarda”. Te ayudará a encontrar el camino del pensamiento positivo, la búsqueda de la paz interior y el equilibrio en la vida.
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Eres lo que crees. Si piensas cosas positivas, atraerás cosas positivas hacia ti. Si piensas cosas negativas, atraerás la negatividad. Recuerda: el universo siempre conspira a tu favor.
