Estar presente con el otro, amar al otro, no temer al otro y confiar íntimamente en el otro es llegar a ser uno dentro de una relación.

No temer al otro y confiar íntimamente en el otro es volverse uno dentro de una relación.

La relación es un proceso complejo, arduo y aventurero del ser humano, digo esto, porque relacionarnos con nosotros mismos es un proceso inaceptable, porque existe cierto temor ante nuestra intimidad.

Todos tienen miedo a la intimidad y todos tratan de crear un capullo, para poder depositar todos los defectos, debilidades, fragilidades y tantas otras cosas que siempre corresponden a nuestra parte más íntima, a nuestro interior. Generalmente, al relacionarnos con el otro -desconocido y nuevo- tendemos a mostrar solo lo mejor de nosotros. Olvidamos que así como la intimidad nos acerca al otro, también nos adentra en nosotros mismos.



Es fundamental que tengamos un cierto conocimiento sobre nuestra intimidad, para no crear máscaras al relacionarnos con el otro -amorosamente, en familia, socialmente o de cualquier forma- evitando ese cierto tipo de carga frente a lo desconocido, evitando buscando llenar un vacío que llenaríamos por nosotros mismos si tuviéramos conocimiento sobre nuestro ser más profundo.

Relación según nuestro amigo Aurélio es: “Establecer una relación o analogía entre; comparar; entrar en la intimidad de; acto de relacionar o relacionar; vínculo afectivo o sexual entre dos personas; adquirir relaciones; etc."

Sin embargo, relacionarse va mucho más allá de estar juntos, dentro de cualquier tipo de relación. Relacionarse con alguien es estar presente, y para estar presente es necesario tener intimidad –sobre todo con nosotros mismos– para que, en efecto, podamos relacionarnos mejor recíprocamente.

Estar presente con el otro, amar al otro, no temer al otro y confiar íntimamente en el otro es llegar a ser uno dentro de una relación.

Es fundamental que miremos dentro de esa parte más profunda de nosotros y tratemos de encontrar respuestas a las preguntas que nos hacemos sobre el otro con el que nos relacionamos. Es fundamental que amemos y reconozcamos al otro como parte de nosotros, plenamente. Es fundamental no crear expectativas, no crear exigencias o garantías sobre algo, ya que somos seres mutantes y estamos en constante cambio. Es esencial que no hagamos comparaciones dentro de una relación, sea lo que sea. Es esencial que entendamos que no importa cuánto conozcamos a la persona con la que estamos en una relación, independientemente del período, ya sea seis meses, dos años, diez años, veinte años, cuarenta años o cualquier cantidad de años, nosotros nunca entenderemos completamente la relación con alguien más, y eso es totalmente aceptable, ya que somos seres mutantes. Es esencial que tengamos respeto por los demás y los aceptemos por lo que son. Es fundamental que seamos veraces en todo momento, en todas las ocasiones y sin miedo. Es fundamental que seamos quienes realmente somos. Los diálogos son esenciales. Es esencial que vaya mucho más allá de nuestras respiraciones matutinas, tomarnos de la mano, el estado de las redes sociales, las selfies constantes y estar juntos. Además de prosa cotidiana, risas momentáneas y otras cosas.



Es fundamental que antes de iniciar una relación con el otro, iniciemos una relación con nosotros mismos, para que cuando nos relacionemos con el otro, tengamos la confianza de exponer nuestra intimidad sin miedo.
Añade un comentario de Estar presente con el otro, amar al otro, no temer al otro y confiar íntimamente en el otro es llegar a ser uno dentro de una relación.
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

End of content

No more pages to load